Vladimir Putin volvió a activar las alarmas de Occidente con explosivos anuncios que profundizan su ofensiva en Ucrania.
En declaraciones en los medios públicos, el jefe del Kremlin anunció un acuerdo con Bielorrusia para el despliegue de armas nucleares tácticas en territorio de ese país, que comparte frontera con Ucrania.
“Aquí no hay nada extraordinario. En primer lugar, EEUU lo lleva haciendo décadas. Emplazó hace mucho tiempo en territorio de sus países aliados, los países de la OTAN, en Europa, su armamento nuclear táctico. Si no me falla la memoria, en seis países: Alemania, Turquía, Holanda, Bélgica, Italia y Grecia”, aseguró en declaraciones a la televisión pública.
Putin subrayó que dicho acuerdo no viola las obligaciones de Rusia sobre no proliferación nuclear y adelantó que el 3 de abril comenzará la instrucción de los militares bielorrusos y el 1 de julio habrá concluido la construcción de un silo para emplazar dicho armamento en el vecino país.
“No los cedemos. Estados Unidos tampoco se los cede a sus aliados”, añadió y precisó que Moscú ya modernizó los aviones de la Fuerza Aérea bielorrusa para portar dichas armas.
Además, amenazó con usar obuses de uranio empobrecido si Ucrania los recibe de Occidente.
El alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, afirmó este sábado que el despliegue de armas nucleares tácticas de Rusia en Bielorrusia supone “otra escalada del conflicto”.
En una entrevista a EFE en Santo Domingo, donde participa en la Cumbre Iberoamericana, Borrell dijo que el despliegue anunciado hoy por Putin es también “otra muestra de la colaboración del régimen dictatorial de Bielorrusia con Rusia”.
Putin reconoció que el detonante del anuncio fue la decisión del Reino Unido de suministrar al ejército ucraniano munición con uranio empobrecido, aunque Londres asegura que no se trata de armamento nuclear.
Aunque, a renglón seguido, recordó que el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, había solicitado hace mucho tiempo el despliegue de ese tipo de armamento en suelo de la antigua república soviética.
Ucrania acusó en numerosas ocasiones a Minsk de ser un cómplice de la actual campaña militar, aunque Lukashenko se escuda en la militarización de sus fronteras por parte de la OTAN.
El Jefe del Kremlin reconoció que la munición británica no se considera arma de destrucción masiva, pero es un armamento “de lo más peligroso”, especialmente porque crear tras el impacto una nube radiactiva. ”Debo decir que Rusia, por supuesto, tiene con qué responder. Sin exagerar, tenemos cientos de miles, cientos de miles de esos proyectiles. Todavía no los hemos empleado”, apuntó. A su vez, advirtió que el armamento occidental únicamente alargará el conflicto, lo que “únicamente conducirá a una gran tragedia, nada más”.
Putin ya advirtió el último martes que Moscú se verá obligado a reaccionar en caso de que Ucrania utilice armamento con “componente nuclear”.
La subsecretaria de Defensa de Reino Unido, Anabell Goldie, respondió en la página web del Parlamento británico a una pregunta de Lord Hylton, miembro de la Cámara de los Lores, sobre la posibilidad de envío de estos proyectiles a Ucrania. ”Además del envío de un escuadrón de tanques Challenger 2 a Ucrania, suministraremos proyectiles con uranio empobrecido”, afirmó Goldie, al señalar que son más efectivos para aniquilar blindados.
El Ministerio británico de Defensa acusó la víspera a Rusia de “desinformar” por decir que la munición con uranio empobrecido tiene un “componente nuclear”. Un portavoz de esta cartera señaló que “el Ejército británico ha utilizado uranio empobrecido en sus proyectiles perforantes durante décadas” y “es un componente estándar y no tiene nada que ver con armas o capacidades nucleares
En declaraciones a la BBC, un excomandante de tanques del Ejército británico y experto en armas químicas, el coronel Hamish de Breton-Gordon, asegura que esas balas usadas por los Challenger 2 contienen solo “trazos” de uranio empobrecido.
Este militar consideró “risible” sugerir que están vinculadas de alguna manera a las armas nucleares, que usan uranio enriquecido.
Las municiones de uranio empobrecido, un arma eficaz y controvertida
Las municiones de uranio empobrecido que Rusia amenazó el sábado con emplear en Ucrania si Occidente las facilita a Kiev son un arma temida por su eficacia a la hora de traspasar los blindajes.
Pero su uso es controvertido, dados los riesgos para los militares que maniobran con ellas y para la población de las zonas donde se use, por su carácter tóxico y contaminante.
¿Qué son las municiones de uranio empobrecido?
El uranio empobrecido es un producto derivado del proceso de enriquecimiento del uranio. Es alrededor del 60% menos radioactivo que el uranio natural.
El uranio es un metal muy denso: 1,7 veces más que el plomo y es tan duro que en un proyectil no se deforma cuando golpea su objetivo.
Por eso, el uranio empobrecido es empleado en proyectiles perforantes para atravesar el blindaje de vehículos y buques.
“Es un tipo de municiones común, utilizado particularmente por su capacidad de perforación de blindaje”, afirmó el miércoles John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y añadió que esos obuses “no son radioactivos”, y “no se acercan para nada” a la categoría de los armamentos nucleares.
El uso de tales armas no está prohibido por el derecho internacional.
¿Dónde han sido empleadas?
Estas municiones son usadas por muchos ejércitos, incluidos especialmente el estadounidense y el ruso.
Fueron empleadas en las dos guerras del Golfo de 1991 y 2003, así como en la ex-Yugoslavia en los años 1990.
El Pentágono también ha reconocido que usó obuses de uranio empobrecido en dos ocasiones en 2015 en operativos contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria.
¿Cuáles son sus riesgos sanitarios y medioambientales?
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUE), el uranio empobrecido es un “metal pesado, química y radiológicamente contaminante”.
Al golpear su objetivo, los proyectiles perforantes esparcen polvo y fragmentos de uranio.
En materia de salud, “el principal riesgo que plantea el uranio empobrecido no es la radioactividad, sino el carácter tóxico químico”.
La ingesta o inhalación de grandes cantidades puede afectar el funcionamiento de los riñones.
Si una persona inhala grandes cantidades de partículas durante un largo periodo, “la principal preocupación para la salud será el aumento del riesgo del cáncer de pulmón”, subraya la comisión canadiense de seguridad nuclear.
Las municiones de uranio empobrecido fueron citadas como unas de las causas posibles de problemas de salud de los excombatientes de la guerra del Golfo, o del número elevado de cánceres o malformaciones congenitales en la ciudad iraquí de Faluya, pero su papel no fue científicamente comprobado.
Muchos estudios concluyeron que no hay pruebas sobre el carácter nocivo del uranio empobrecido, pero esos resultados siguen siendo cuestionados.
Según estudios cuyas conclusiones comparte el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), “el riesgo radiológico al que se exponen la poblaciones y el medio ambiente no son más importantes en los casos donde la presencia de uranio empobrecido provocó una contaminación localizada del medio ambiente bajo forma de pequeñas partículas liberadas al darse el impacto”, subrayó la oficina de asuntos de desarme de la ONU.
Por el contrario, “cuando fragmentos de municiones de uranio empobrecido o municiones completas de ese tipo son descubiertos, las personas que entran en contacto directo podrían sufrir efectos radiactivos”, concluye Naciones Unidas.
(Con información de EFE y AFP)
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