La búsqueda de China por expandir su influencia en el mundo no es nueva. Sin embargo, su avance en los últimos años ha encendido las alarmas de Estados Unidos y la Unión Europea, que ven con gran desconfianza los proyectos del régimen de Xi Jinping en todo el globo.
En esta búsqueda por ampliar su influencia económica, diplomática, tecnológica, informática y hasta militar, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha lanzado proyectos en países de América Latina y el Caribe que, en muchos casos, han resultado en polémicas y fraudes.
El caso de Argentina es uno de los más controvertidos, según expuso un reciente informe elaborado por la International Coalition Against Illicit Economies, que se enfocó en uno de los negociados más preciados para Xi Jinping: el litio.
El binomio Alberto Fernández-Cristina Kirchner se encuentra atravesando el último de sus cuatro años al frente del Gobierno. Este período, sin embargo, les fue suficiente para profundizar la alianza con China y avanzar con acuerdos de todo tipo.
De todas formas, la relación comenzó años atrás con las reuniones entre Xi y Kirchner, cuando la actual vicepresidenta ocupaba el sillón de Rivadavia. Desde entonces, China ha encontrado al frente del país un aliado que le dio acceso a zonas sensibles de interés estratégico nacional e internacional y lo mantuvo libre de investigaciones de la Justicia.
Así, bancos del gigante asiático han otorgado préstamos por USD 17.000 millones para el desarrollo de unos 36 proyectos en todo el país.
Entre ellos, destacan la construcción de un puerto que proporcione acceso a la Antártida desde Ushuaia, la operación de una estación espacial en Neuquén, la cual Argentina no puede supervisar ni acceder, y la extracción estratégica, lucrativa y vital del litio.
Claro está que, para operar de tal manera es necesaria una red de apoyo que se extienda por las provincias.
Se trata de los gobernadores argentinos, que cuentan con el respaldo constitucional para administrar los recursos estratégicos clave en sus territorios y, por tanto, pueden negociar directamente acuerdos con sus homólogos en otros países. Y China lo sabe.
Las ganas de China de expandirse a nuevas zonas sumado a las estructuras fraudulentas en las que recaen las decisiones finales hacen que las alianzas resulten casi indubitables.
La importancia del litio argentino
Argentina -principalmente al noroeste (NOA)- junto con Bolivia y Chile conforma el Triángulo del Litio, donde -se estima- se aloja el 55% de las reservas mundiales de este producto considerado “oro blanco”.
Sin embargo, a pesar de que los segundos están más encaminados en su explotación y comercialización, Argentina cuenta con la ventaja de pronosticarse como el líder en la materia en los próximos cinco años.
Esta previsión se basa en sus últimos registros exportadores de litio que exponen un aumento de los USD 206 millones en 2021 a USD 696 millones para el siguiente período -y que se espera se tripliquen en los años por venir-.
Así, este “oro blanco” se ha convertido en uno de los sectores económicos de más rápido crecimiento del país, aunque sólo se encuentre en unas pocas provincias. En Salta está el 41% de las reservas mientras que en Catamarca está el 22% y en Jujuy el 21,45 por ciento.
Múltiples compañías estadounidenses y europeas se han percatado de este escenario y han tratado de ingresar en el negocio pero, por el momento, Argentina ha favorecido el desembarco chino y los ha dejado en desventaja.
El caso de Santiago del Estero
Esta provincia, gobernada por Gerardo Zamora, es famosa por impulsar proyectos faraónicos que a veces no tienen lógica y, en algunos casos, no llegan a terminarse o no se utilizan en la práctica.
A pesar de no contar con yacimientos de litio, el informe de ICAIE expuso que Zamora logró hacerse un lugar en los negociados con China y ofrecer su territorio para algún proyecto. Así, al estar asentada en el centro del NOA y rodeada de provincias amigas donde sí se extrae este producto, el Gobernador prometió construir una de las mayores fábricas de baterías de iones del hemisferio.
El “Consorcio de Cooperación para la Fabricación de Pilas y Baterías de Ion Litio” se conformó el último año y cuenta con la colaboración de la empresa petrolera YPF y su filial Y-TEC junto con tres compañías chinas: Contemporary Amperex Technology Company Co. Ltd (CATL), Tianqui Lithium y Gotion High Tech. Sin embargo, aún no se han conseguido registros claros de licitaciones ni planes concretos públicos o detalles financieros.
Esto no es lo único que ha encendido las alarmas de los autores del informe. Llama la atención, a su vez, el largo proceso que debe atravesar el litio tras ser extraído, antes de ser transformado en una batería.
En primer lugar, debe ser enviado a China para ser procesado y, posteriormente, devuelto a Argentina para ser modificado en Santiago del Estero. Ahora bien, otra cuestión no menor es cómo se lleva a cabo en la práctica ya que Santiago del Estero no cuenta con salida al mar.
Esto significa que para poder ser cargado en un barco que navegue al continente asiático y viceversa se necesita una enorme flota de camiones que muevan el litio hasta Rosario, la provincia portuaria más cercana. La idea puede parecer viable en la teoría pero, en la realidad, no lo es ya que los volúmenes de litio a transportar son enormes y los costos de gasolina y empleados no dejarían una renta.
Por otro lado, se descarta el traslado en tren ya que las vías son casi inexistentes en la zona y sus condiciones, paupérrimas.
Segundo ejemplo: Tucumán
Esta provincia, ubicada más al norte, está gobernada por Juan Luis Manzur, quien también ejerció como jefe de Gabinete del presidente Fernández, entre septiembre de 2021 y febrero de 2023.
Durante sus años en la Casa Rosada aprovechó para estrechar lazos con las autoridades del régimen y encabezó múltiples encuentros en los que se profundizaron las alianzas entre ambas naciones.
Para ello, él al igual que otros mandatarios homólogos se vale de un abanico de tácticas y estrategias: el estudio dejó de relieve dos.
La primera expuso que el Ejecutivo Nacional destina una parte de sus recursos a estas provincias pobres y se mantiene al márgen de los asuntos regionales a cambio de cantidades masivas de votos en apoyo a su partido, a fin de perpetuarse en el poder.
La segunda estrategia se basa en un trabajo más fino, al interior del territorio provincial. Con el objetivo de silenciar a las voces disidentes que se oponen a las iniciativas extranjeras -principalmente encabezadas por grupos indígenas y ONGs- el Gobierno local se apoya en sus fuerzas de seguridad, que responden a su voluntad y le son fieles.
De esta manera, cualquier intento de repudio o arremetida de la prensa -que en general atacan el cómo y no el qué de los proyectos- es detectado y sofocado casi de inmediato, manteniendo una imágen impoluta sobre la provincia.
“Cuando las comunidades indígenas exigen un asiento en la mesa para negociar con las empresas extractivas o reclaman que se ponga fin a la contaminación de sus sistemas hídricos naturales, los gobernadores responden con estas tropas fuera de servicio, que suelen llevar sus uniformes y actúan como policías”, explicó al respecto un trabajador de derechos humanos, según citó el informe.
En definitiva, como expone ICAIE, el imparable avance de la República Popular de China sobre Argentina y sus recursos estratégicos “es cuestión de dos”. La voluntad de Xi Jinping no conseguiría tal éxito de no ser por una red de corrupción avalada por los gobiernos en Sudamérica que le allanan el camino para ampliar su influencia económica, política y militar y que, a la vez, se benefician de estos negociados.
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