Vladimir Putin busca en arrumbados galpones soviéticos lo que su industria no puede proveerle tras un año de guerra con Ucrania. Sus tropas están cortas de municiones y equipamiento y son pocos los proveedores que puedan alimentar su sed de fuego. Es por eso que, según analistas internacionales, utiliza cada vez más drones y menos misiles guiados para golpear las ciudades ucranianas y la infraestructura civil.
También esa es la razón por la que este miércoles trascendieron imágenes de un tren que transportaba viejos tanques de los años 40 y 50 -post Segunda Guerra Mundial- hacia el oeste del país, muy cerca de la frontera con Ucrania. Son los famosos T-54 y T-55 de fabricación soviética que cuenta por miles en depósitos cubiertos de polvo. La revelación fue hecha por el Conflict Intelligence Team, un think tank basado en Georgia dedicado al análisis de imágenes y fuentes abiertas, muy conocedor de los movimientos de Rusia.
“Las pérdidas de vehículos blindados rusos están limitando actualmente la capacidad del ejército ruso para llevar a cabo una guerra de maniobras mecanizada eficaz en las ofensivas de estancamiento en Ucrania, y las fuerzas rusas pueden estar desplegando tanques T-54/55 en Ucrania para aumentar estas operaciones ofensivas y prepararse para las contraofensivas ucranianas mecanizadas previstas”, señala un informe del Institute for the Study of War (ISW), con sede en Estados Unidos.
Según el equipo de monitoreo de Georgia, en tanto, las imágenes muestran tanques T-54, que la Unión Soviética comenzó a producir en 1947, en un tren que se movilizaba hacia el oeste desde el extremo este de Rusia. Como informa la agrupación, si bien Rusia ha utilizado otros tanques antiguos en Ucrania, ninguno ha sido tan antiguo como el T-54. El T-54 se produjo durante varios años, por lo que no es posible saber de qué año exacto es el tanque fotografiado, y algunas de las fotos también pueden ser de su sucesor, el T-55, de la década siguiente.
Las reservas de estos modelos son muchas. De acuerdo a ISW, la “Unión Soviética produjo decenas de miles de tanques T-54/55 después de la Segunda Guerra Mundial, y el ejército ruso podría estar recurriendo a las amplias reservas soviéticas de estos tanques para resolver su importante escasez de vehículos blindados”. Otro de los motivos que podrían llevar al Kremlin a optar por estos viejos tanques es que los repuestos son más baratos y más fáciles de conseguir, ya que sólo bastaría con desarmar otro de los vehículos.
Sin embargo, las deficiencias de estos blindados para una guerra con sistemas antitanques modernos -utilizados por Ucrania sobre los más modernos- ponen en duda la eficiencia de la estrategia o ponen de relieve la desesperación del comando ruso. Las tropas defensoras ucranianas ya destruyeron 57 T-90, 448 T-80, 1.025 T-72, 53 T-64, y 73 T-62: 1.626 en total hasta ahora. Terminar con los modelos más viejos no será problema. “Los T-54 y T-55 carecen de las capacidades de blindaje de los equipos acorazados más modernos, y originalmente llevaban un cañón principal más pequeño, aunque el ejército ruso puede haber modernizado algunos vehículos”, indica ISW.
El panorama para los soldados rusos es dramático si finalmente Vladimir Putin y su ministro de Defensa Sergey Shoigu deciden desplegar estos vehículos sobre el terreno. Así lo explica ISW: “Es probable que el ejército ruso sufra un mayor número de bajas al desplegar estos sistemas de tanques más antiguos en Ucrania. El despliegue de equipos inferiores para reponer la capacidad del ejército ruso de llevar a cabo una guerra mecanizada de maniobras puede provocar una mayor degradación de la mano de obra rusa en Ucrania”.
“Es poco probable que las fuerzas rusas consigan mejores tasas de desgaste de recursos basándose en que los T-54/55 son más baratos que la munición de misiles guiados antitanque (ATGM), como algunos han argumentado; después de todo, cada pérdida de un tanque supone la pérdida de su tripulación además de la del tanque, y no está claro lo eficaces que serán estos tanques contra los vehículos blindados ucranianos, mientras que son muy vulnerables a muchos de los sistemas antitanque de los que dispone Ucrania, y no todos ellos son caros”, concluyó el think tank.
Los obsoletos tanques
Según el Conflict Intelligence Team, estos tanques presentan una serie de inconvenientes que no tienen los modernos, como miras rudimentarias, falta de telémetros y mala estabilización de armas. En su informe anual Military Balance -una herramienta de referencia clave para los expertos en defensa- el International Institute for Strategic Studies (IISS) dijo que las tasas de pérdida de algunas de las clases de tanques más modernas de Rusia llegaron al 50%, lo que obligó a depender de modelos más antiguos de la era soviética.
“No están produciendo y reactivando lo suficiente como para compensar esas tasas de pérdida. Su flota blindada actual en el frente es aproximadamente la mitad del tamaño que tenía al comienzo de la guerra”, dijo a la agencia de noticias Reuters Henry Boyd, investigador del IISS. Boyd calculó las pérdidas de tanques de Rusia entre 2.000 y 2.300, y las de Ucrania hasta 700.
Ucrania ha asegurado promesas de alrededor de 100 tanques occidentales modernos, incluidos el Abrams de EEUU, el Leopard alemán y el Challenger británico, cuyas capacidades superan con creces a los modelos rusos más antiguos. Estados Unidos planea acelerar la entrega de tanques Abrams a Ucrania, dijo el martes un funcionario del Pentágono, proporcionando el equipo vital a Kiev tan pronto como este otoño boreal para defenderse de las fuerzas rusas.
El nuevo plan le daría a Ucrania la variante del tanque M1A1 SA Abrams, que puede funcionar con combustible diésel como la mayoría de la flota ucraniana, dijo uno de los funcionarios. El cambio también acelera la entrega en aproximadamente un año, según un asistente del Congreso informado sobre el asunto.
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