El Comité Internacional de la Cruz Roja mostró una “gran preocupación” por el sufrimiento de civiles en la ciudad ucraniana de Bakhmut, donde se han concentrado la mayoría de los enfrentamientos entre el Ejército ruso y el ucraniano en los últimos meses.
“La situación es realmente difícil aquí; es ruidoso y aterrador. Ayer voló un misil sobre nuestras cabezas. No estamos viviendo, estamos sobreviviendo”, expresó Nikolai, un residente de la zona, según ha recogido un informe de Cruz Roja.
La organización instó a ambos bandos a respetar el Derecho Internacional humanitario para que las ayudas lleguen a los civiles que aún siguen en la región y puedan acceder a ellas bajo protección y sin riesgo a ser atacados.
Aunque la mayoría de los civiles ya han sido evacuados, aún queda alrededor de un 10 por ciento de la población en ciudades como Konstantinovka, mientras que 1.500 personas y otras 800 siguen habitando en los pueblos de Chasiv Yar y de Selidove, respectivamente.
Además, la Cruz Roja afirmó que la mayoría son ancianos, personas con discapacidad o movilidad reducida y algunos civiles que se niegan a abandonar sus casas.
La ONG continúa enviando numerosos camiones con comida, agua, material higiénico y ropa para combatir el frío a una zona donde la destrucción no ha perdonado ni a casas, escuelas u hospitales, lo que imposibilita el acceso a los servicios más básicos a aquellos que no han abandonado sus hogares.
La llegada de los convoyes de la Cruz Roja coincidió con la visita por sorpresa al frente del presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky.
En Chasiv Yar y en Selydove la organización humanitaria proporcionó 18 toneladas de alimentos y 6.000 litros de agua, respectivamente.
Las autoridades locales esperan que la población pueda resistir un mes más en Selydove y diez días más en Chasiv Yar gracias a estos suministros de emergencia de la Cruz Roja.
El comité llamó a los ejércitos ruso y ucraniano a permitir la llegada de ayuda humanitaria y de asistencia a las zonas más castigadas por el conflicto.
La ciudad de Bakhmut, ubicada en la región de Donetsk (este) se ha convertido en los últimos meses en uno de los puntos más candentes en el conflicto en Ucrania por ser el lugar donde Rusia ha concentrado casi todos sus esfuerzos con el fin de tomar la localidad.
Las Fuerzas de Operaciones Especiales han indicado que “continúan defendiendo Bakhmut y que “todo intento de avance del enemigo es repelido”.
En la zona opera el grupo de mercenarios Wagner, una fuerza de asalto privada vinculada al presidente de Rusia, Vladimir Putin, que ha incorporado a sus filas a centenares de presos de cárceles rusas a los que se les ha prometido la amnistía si se alistaban.
El control de la ciudad, ya totalmente destruida por los continuos bombardeos, se ha convertido en un objetivo prioritario para Kiev y Moscú, pese a que muchos analistas consideran que su importancia geoestratégica es relativa.
El líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, Denís Pushilin, afirmó que las tropas ucranianas continúan ofreciendo resistencia en la ciudad de Bakhmut y que Kiev no tiene el propósito de retirarlas.
(Con información de Europa Press y EFE)
Seguir leyendo: