La ONG Human Rights Watch condenó este miércoles los allanamientos de las fuerzas de seguridad rusas a los hogares de nueve miembros del personal y la junta directiva de Memorial.
“En diciembre de 2021 estuve en la Corte Suprema de Rusia cuando emitió el fallo de liquidación del Memorial con el argumento de que había violado repetidamente la ley de agentes extranjeros tóxicos de Rusia. El discurso del fiscal fue mucho más allá de resumir argumentos sobre estas denuncias”, dijo Rachel Denber, vicedirectora de la División de Europa y Asia Central.
La organización líder en la lucha por los derechos humanos en Rusia, y co-galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2022, ha sido blanco del Kremlin en varias oportunidades por lo que el operativo de este martes no fue una sorpresa para sus miembros.
“Ahora mismo en varios domicilios de miembros de Memorial en Moscú se practican registros. Llamamos a los abogados”, escribió la ONG ilegalizada en el país en su canal de Telegram.
“Los registros se llevan a cabo en el marco de la causa sobre la rehabilitación del nazismo”, agregaron. Ésta causa fue abierta el 4 de marzo bajo la sospecha de que los miembros de la entidad incluían en sus listas de represaliados durante el estalinismo a personas que colaboraban con ocupantes nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
A ello se sumó el fallo de diciembre de 2021 cuando los tribunales rusos liquidaron tanto a Memorial Internacional como al Centro de Derechos Humanos Memorial por crear una “imagen falsa de la Unión Soviética como Estado Terrorista” y haber ocultado información sobre su función como agente extranjero.
Ante esto, Memorial se defendió asegurando que se trata de argumentos “ilegales e infundados” y constituye una nueva persecución contra su trabajo. “Memorial Internacional jamás puso en entredicho ni en sus declaraciones ni en sus publicaciones el resultado de los juicios de Núremberg”, comentaron desde la entidad.
Entre los domicilios allanados se encontró el de Oleg Orlov, copresidente de Memorial, quien está siendo investigado en otra causa en la que se lo acusa de haber desacreditado a las fuerzas armadas rusas con sus críticas sobre la guerra lanzada en Ucrania. Al igual que él, cientos de personas más enfrentan procesos penales en toda Rusia por esta razón.
En ese sentido, la víspera la Justicia abrió un nuevo proceso contra este destacado miembro luego de que en marzo de 2022 fuera multado por 50.000 rublos (USD 650) por participar de un piquete solitario frente al Teatro Bolshói y, nuevamente, desacreditar al Ejército ruso y su “operación especial”.
Es en este contexto de HRW remarcó que el de este martes es tan solo “el más reciente movimiento” del Kremlin en contra de los voluntarios del organismo.
Denber defendió que la misión de Memorial es restaurar y preservar la memoria histórica sobre el período estalinista así como rehabilitar a sus víctimas y promover los derechos humanos. Es por ello que rechazó el planteo del fiscal en el que los acusó de distorsionar la historia y crear una imagen falsa de la Unión Soviética.
“¿Por qué nosotros, descendientes de los vencedores, estamos obligados a presenciar la impunidad en la rehabilitación de traidores y colaboradores nazis? ¿Por qué deberíamos avergonzarnos y arrepentirnos de nuestro pasado?”, había entonado entonces el fiscal.
Las palabras “escalofriantes” del magistrado ocurrieron tan solo unas semanas antes de la invasión que Rusia libró en Ucrania, “en la que el Kremlin afirma falsa y grotescamente que está luchando contra los nazis en un reinicio de la Segunda Guerra Mundial en el siglo XXI”, respondió Denber.
Mientras avanzan las causas penales y los allanamientos, la Vicedirectora advirtió que la Justicia rusa busca el cierre definitivo de Memorial para, posteriormente, continuar con el procesamiento de activistas que continúen con sus tareas.
“Deberían retirar los ridículos cargos de desacreditación contra Orlov y el caso de represalia de justificación del nazismo, de inmediato”, concluyó.
Junto a éste, Sova, un grupo de expertos en derechos humanos que documenta el abuso de Rusia con sus amplias leyes contra el extremismo y el terrorismo, ya fue cerrado bajo “un endeble pretexto burocrático”.
(Con información de EFE)
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