El relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Irán, Javaid Rehman, dijo hoy que la joven Mahsa Amini murió a causa de los golpes que le propinaron los agentes de la llamada “policía de la moral” por no cumplir con el estricto código de vestimenta iraní.
Rehman sostuvo que este asesinato y la posterior represión de las protestas derivadas del mismo podrían ser considerados crímenes contra la humanidad.
“La magnitud y la gravedad de las violaciones cometidas por las autoridades iraníes, en especial tras la muerte de Amini, apuntan a que se cometieron posibles crímenes internacionales, en particular crímenes de lesa humanidad como asesinato, encarcelamiento, desapariciones forzadas, tortura, violación y violencia sexual, y persecución”, dijo Rehman.
Las violaciones de los derechos humanos en Irán son “los más graves” en el país en estas últimas cuatro décadas, agregó, en la presentación de un nuevo informe ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU en Ginebra.
En su informe, este relator, que está comisionado por el CDH pero no se expresa en nombre de la ONU, señaló que la muerte de Amini “no es un hecho aislado, sino el último de una larga serie de actos de violencia extrema cometida por las autoridades iraníes contra las mujeres y las chicas”.
Irán está inmerso en un movimiento de protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años. Según las autoridades, cientos de personas, entre ellas fuerzas de seguridad, han fallecido en el contexto de estas manifestaciones.
Según la ONU, ese año fueron sentenciadas a muerte unas 500 personas, entre ellas dos menores de edad y trece mujeres.
En lo que va de 2023, Irán ha ejecutado ya a 143 individuos.
El relator también se mostró muy preocupado por los envenenamientos masivos en escuelas de niñas, así como por la persecución y la discriminación contra minorías étnicas y religiosas en el país, particularmente de las comunidades kurda, baluchí y bahaí.
(Con información de AFP y EFE)
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