El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, anunció sanciones contra el dictador sirio Bashar al Assad, en un decreto publicado este sábado que también establece medidas restrictivas para otros altos cargos de su régimen.
La medida bloquea los activos que el régimen de Siria pueda tener en Ucrania y prohíbe cualquier transacción comercial en la que pueda estar involucrado, acciones que estarán vigentes por un período de diez años, así lo informó el portal Kyiv Independent.
Esta nueva batería de sanciones afectan también al primer ministro de Siria, Husein Arnús, y al ministro de Exteriores, Faisal al Mikdad, así como a 141 entidades y 300 individuos de Siria y Rusia.
Bashar al Assad visitó Rusia esta semana para transmitirle a su homólogo ruso, Vladimir Putin, el apoyo de Damasco a Moscú respecto a la invasión ilegal a Ucrania donde, según él, las Fuerzas Armadas de Rusia se enfrentan a “nuevos y viejos nazis” de Europa.
En palabras del dictador sirio, hablar de nazis en Ucrania está justificado porque que “Occidente aceptó a los viejos nazis en su propia tierra” a mediados del siglo pasado, y ahora “los apoya nuevamente” en el marco de la guerra, según declaraciones recogidas por la agencia TASS.
Ucrania rompió lazos diplomáticos con Siria el año pasado, después de que el régimen de Bashar al Assad reconociera las áreas ocupadas por Rusia en el este del país como estados independientes.
Rusia ha emprendido una campaña militar en Siria desde septiembre de 2015, uniéndose a Irán para permitir que la dictadura de al Assad luchara contra grupos armados opositores y recuperara el control de la mayor parte del país.
Si bien actualmente el gobierno ruso está concentrando la mayor parte de sus recursos militares en Ucrania, Moscú ha mantenido su presencia militar en Siria y ha dejado sus aviones de guerra y soldados en las bases que tiene allí.
Moscú ha prestado un firme apoyo político a Assad en las Naciones Unidas y ha mediado activamente para ayudar a reparar los lazos de su gobierno con las potencias regionales.
Algunos países árabes que en el pasado habían pedido que Assad sea derrocado han enviado ayuda tras el catastrófico terremoto del 6 de febrero que sacudió Turquía y Siria, el cual dejó más de 50.000 muertos.
En 2020, el régimen sirio y su entorno ya había sido sancionado por EEUU por abusos contra los derechos humanos.
Las sanciones son el resultado de una legislación conocida como la Ley César de Protección de los Civiles de Siria, que lleva el nombre del seudónimo de un policía sirio que entregó fotografías de miles de víctimas de tortura por parte de la dictadura de al Assad.
Ese mismo año, la justicia francesa condenó a Rifaat al Assad, tío de Bashar al Assad a cuatro años de cárcel por blanqueo de dinero.
Los jueces consideraron a Rifaat al Asad culpable de los delitos de blanqueo en banda organizada y malversación de fondos sirios entre 1996 y 2016.
(Con información de Europa Press, The Associated Press y EFE)
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