Los trabajadores ferroviarios británicos de 14 operadoras de trenes del Reino Unido secundan este sábado otro paro en reclamo de una mejora salarial por el alza del coste de vida.
Se estima que solo entre el 40% y el 50% de los trenes operen hoy en el Reino Unido, lo que volverá a provocar trastornos para los millones de pasajeros que usan cada día este medio de transporte.
La medida de fuerza sigue a otras secundadas recientemente por maestros, doctores que hacen la residencia médica y funcionarios, en reclamo de incrementos de sueldos para hacer frente al alza de la inflación interanual británica, que está en el 10,1%.
El sindicato de Transporte Ferroviario y Marítimo (RMT), que ha convocado el paro de hoy, estima que más de 20.000 trabajadores se sumarán a la huelga.
Ese sindicato también ha convocado otro paro para el 30 de marzo y el 1 de abril. Estas huelgas se unen a varias que el sector ha realizado en los últimos meses.
Este viernes, el sindicato de Servicios Comerciales y Públicos (PCS, en inglés), que representa a los trabajadores de la Oficina británica de Pasaportes, ha organizado una huelga para el próximo 3 de abril, también en reclamo de una mejora salarial, medida que puede tener un fuerte impacto en la emisión de los documentos de viajes antes del verano.
El Reino Unido cree que evitará este año entrar en recesión técnica -dos trimestres consecutivos de contracción económica-, y que reducirá para finales de 2023 la inflación interanual hasta situarse en el 2,9 %, según el ministro británico de Economía, Jeremy Hunt.
Al dar a conocer en el Parlamento el presupuesto del Estado para el próximo periodo fiscal, que empieza en abril, Hunt dijo que estos cálculos han sido hechos por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en inglés), que supervisa las cuentas públicas del país.
La inflación interanual británica conseguirá bajar a finales de 2023 a un tercio de cómo estaba a finales del año pasado, en el 10,7%.
“Hoy la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria prevé que, debido a los cambiantes factores internacionales y a las medidas que adopte, el Reino Unido no entrará ahora en recesión técnica este año”, dijo Hunt al presentar su presupuesto en el Parlamento.
La británica es la única economía del Grupo de los Siete que aún no ha recuperado su tamaño anterior a la pandemia, tras haber sufrido ya una década de crecimiento casi estancado de los ingresos antes del golpe de COVID-19 a la actividad y un repunte de la inflación, que sigue por encima del 10 por ciento.
“A pesar de la continua inestabilidad mundial, el OBR informa hoy de que la inflación en el Reino Unido bajará del 10,7% en el último trimestre del año pasado al 2,9% a finales de 2023″, ha dicho Hunt.
Hunt ha descartado que su plan presupuestario incluya un gran gasto o grandes recortes fiscales.
Muchos economistas opinan que probablemente quiere reservar algo de potencia fiscal para cuando se acerquen las elecciones nacionales, previstas para 2024. El Partido Laborista, en la oposición, está muy por delante de los conservadores, en el poder, en las encuestas de opinión.
En lugar de gastar mucho ahora, se espera que Hunt aproveche su discurso presupuestario para abordar algunas de las causas profundas de los problemas económicos británicos, como la caída del tamaño del mercado laboral tras la pandemia.
(Con información de EFE y Reuters)
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