Nueve de cada diez quejas sobre trato violento por parte de agentes policiales hacia las mujeres no fueron atendidas por las fuerzas del orden en Inglaterra y Gales en un periodo de seis meses, según un informe divulgado este martes por el Consejo Nacional de Jefes de Policía (NPCC, por sus siglas en inglés).
Entre octubre de 2021 y marzo de 2022, ese consejo, que representa a los jefes policiales de las distintas fuerzas del orden del Reino Unido, observó que 1.539 agentes estuvieron implicados en una supuesta conducta violenta contra mujeres y niñas.
En la mayoría de los casos, las fuerzas del orden no tomaron medidas contra los agentes policiales acusados de actitudes violentas hacia mujeres y niñas, según este informe del NPCC, en el que se puntualiza que las cifras reales pueden ser aún mayores.
Entre las denuncias figuran el uso de la fuerza, acoso y en menor medida agresión sexual, resalta el NPCC, y admite que solo uno de cada cien agentes implicados han sido despedidos.
Este análisis se realizó tras salir a la luz casos de agresiones por parte de policías, entre ellos el de Sarah Everard, la joven británica que fue violada y asesinada por el agente Wayne Couzens, de la Policía Metropolitana de Londres, en marzo de 2021.
“Necesitamos ser más severos con las sanciones que estamos imponiendo a cualquier persona sobre la que haya denuncias de este tipo de comportamiento”, dijo la jefa de policía adjunta Maggie Blyth, coordinadora del NPCC para la violencia contra mujeres y niñas.
“Nuestra publicación de hoy refuerza la urgencia y la importancia de nuestra misión actual de erradicar a los abusadores y a las personas corruptas de la actividad policial”, añadió.
Blyth mencionó como quejas, además de la fuerza, comentarios sexuales, comportamiento autoritario y agresión sexual.
“La gran mayoría de los oficiales y el personal son profesionales y están comprometidos, pero sé que es impactante escuchar acerca de posibles depredadores en la policía”, subrayó.
Los jefes policiales esperan publicar este tipo de estadísticas cada año como parte de los esfuerzos para abordar la misoginia en la actividad policial tras el caso de Sarah Everard, que provocó un fuerte escándalo en el Reino Unido.
(Con información de EFE)
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