La Policía de Moldavia desmanteló una red de grupos delictivos que pretendía desestabilizar el país utilizando las protestas antigubernamentales de la oposición, y que fue creada con apoyo de la inteligencia rusa, según afirmó este domingo la entidad en rueda de prensa.
“La Policía obtuvo datos operativos sobre los preparativos llevados a cabo por los servicios de inteligencia de Rusia para llevar a cabo acciones desestabilizadores en Moldavia, previstas durante las protestas opositoras”, afirmó el jefe de la Policía Nacional, Viorel Cernăuțean, citado por Agora.
Según las autoridades policiales, primero fueron detenidos 25 presuntos participantes de la red, y luego otros siete, que actualmente colaboran con la investigación.
Cernăuțean estimó que fueron creados alrededor de 10 grupos integrados por entre cinco y diez personas, especialmente preparados para las acciones desestabilizadores, que serían coordinadas por una persona no identificada procedente de Rusia.
La información se obtuvo gracias a un agente policial infiltrado en la red.
Según Cernăuțean, los detenidos tenían la intención de expandirse por todo el país a través de la creación de una decena de células adicionales a sueldo del partido de Shor, el Movimiento Socio-Político Republicano Igualdad.
Cada uno de los arrestados habría recibido un pago de casi 10.000 euros para llevar a cabo esta misión, según explicó el jefe policial. A la hora de organizar estos grupos, los cabecillas se habrían puesto en contacto con un ciudadano ruso que habría entrado en Moldavia con pasaporte falso.
La víspera los agentes del orden alertaron que durante la protesta de este domingo existe la posibilidad de acciones de desestabilización y desórdenes masivos.
La oposición, y especialmente el partido prorruso Shor, aseguraron que la protesta es de carácter pacífico y devolvieron las acusaciones a la policía, al señalar que los agentes del orden habían intentado intimidar a los activistas por medio de amenazas de abrir causas penales y con registros en todo el país.
Desde hace varios meses la oposición moldava marcha todos los fines de semana contra la política de la presidenta, Maia Sandu, que ha conllevado a un incremento de las tarifas del gas y la electricidad, y contra una posible implicación en el conflicto armado en la vecina Ucrania.
Estas protestas sumaron un nuevo episodio este domingo, cuando cientos de personas se volvieron a congregar en la capital, Chisinau, mientras las fuerzas de seguridad han confirmado al menos cuatro avisos de bomba, bajo investigación, que consideran como parte de los actos de desestabilización mencionados.
De hecho, una de estas alertas ha sido declarada en torno a mediodía en el Aeropuerto Internacional de Chisinau, según un comunicado policial recogido por el portal moldavo Publika.
El personal del aeropuerto y los viajeros fueron evacuados del edificio y el procedimiento de registro de pasajeros ha quedado suspendido temporalmente mientras investigan el lugar los Servicios Especializados del Ministerio del Interior.
La Policía de Fronteras ha confirmado la recepción de un aviso de bomba a las 12.50 horas, lo que provocó la movilización de las fuerzas de seguridad. Finalmente se ha comprobado que las cuatro amenazas de bomba de este domingo eran falsas y que fueron realizadas por la misma persona bajo el pseudónimo de Marin Sandu.
(Con información de EFE y Europa Press)
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