La Corte Penal Internacional (CPI) tiene previsto solicitar la detención de funcionarios rusos por deportar a la fuerza a niños de Ucrania y atacar infraestructuras civiles, de acuerdo a lo confirmado este lunes por las agencias de noticias AP y Reuters, en lo que serían los primeros casos de crímenes de guerra internacionales derivados de la invasión de las tropas de Vladimir Putin al país vecino.
La fuente dijo que las órdenes de detención podrían incluir el delito de genocidio, y que se esperaba que llegaran a “corto plazo” si la petición del fiscal general, Karim Khan, era aprobada por un juez de instrucción del tribunal con sede en La Haya.
Moscú rechazaría con toda seguridad cualquier orden de detención contra alguno de sus funcionarios. Pero un proceso internacional por crímenes de guerra podría agravar el aislamiento diplomático de Moscú y dificultar los viajes al extranjero de los acusados.
Rusia niega haber atacado deliberadamente infraestructuras civiles en Ucrania y afirma que sus ataques pretenden reducir la capacidad de lucha de Kiev. No ha ocultado un programa en virtud del cual ha llevado a Rusia a miles de niños ucranianos, pero lo presenta como una campaña humanitaria para proteger a los huérfanos y a niños abandonados en la zona de conflicto.
Kiev afirma que miles de niños ucranianos deportados son adoptados por familias rusas, alojados en campamentos y orfanatos rusos, reciben pasaportes rusos y son educados para rechazar la nacionalidad ucraniana y considerarse rusos.
La convención de la ONU sobre el genocidio define el “traslado forzoso de niños del grupo a otro grupo” como uno de los cinco actos que pueden ser perseguidos como genocidio. A la pregunta de si los cargos de la CPI contra los funcionarios rusos podrían incluir el genocidio, la fuente respondió: “Eso parece”.
La CPI, con sede en La Haya, inició una investigación sobre presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad en Ucrania pocos días después de la invasión rusa del 24 de febrero de 2022.
El fiscal Khan dijo a principios de este mes, tras una visita a Ucrania, que los supuestos secuestros de niños “están siendo investigados por mi oficina con carácter prioritario”.
Ni Rusia ni Ucrania son miembros de la CPI, pero el gobierno de Kiev aceptó la jurisdicción del tribunal y está colaborando con la oficina de Khan.
La ONG Human Rights Watch (HRW), especializada en el seguimiento de la situación humanitaria internacional, alertó de las “devastadoras” consecuencias de la guerra en Ucrania para la población infantil, en especial para los niños que se encontraban internados en instituciones del Estado ucraniano en zonas que han acabado tomadas por Rusia durante la invasión, con la consiguiente deportación forzada de los menores a territorio ruso.
De acuerdo con las cifras del Gobierno ucraniano recogidas por la ONG, justo antes de la invasión rusa había aproximadamente 105.000 niños en instituciones residenciales ucranianas, casi la mitad de ellos discapacitados, según la ONU. Tras la invasión, un centenar de estas instituciones, que albergaban aproximadamente a 32.000 menores, acabaron bajo control total o parcial de Rusia.
En resumen, “activistas y abogados ucranianos indican que al menos varios miles de esos niños han acabado deportados por la fuerza a Rusia o a otros territorios que ocupa”.
Sobre el terreno, ambas partes describieron combates incesantes en Bakhmut y sus alrededores, una pequeña ciudad en ruinas del este de Ucrania que se ha convertido en el principal foco de una campaña invernal rusa.
Cerca de Kreminna, al norte de Bakhmut, los soldados ucranianos dijeron que estaban repeliendo los ataques intensificados de soldados cada vez más profesionales, mientras que los rusos acercaban equipos pesados a la línea del frente.
A medida que se intensificaban los combates en el este de Ucrania, Moscú parecía estar a punto de lograr un avance diplomático largamente buscado: varias fuentes dijeron a la agencia Reuters que el presidente de China, Xi Jinping, podría visitar Rusia la próxima semana, una respuesta más temprana de lo esperado a una antigua invitación.
Putin ha promocionado esta visita como una muestra de apoyo, pero podría verse eclipsada por los planes de Xi de hablar por videoconferencia con el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, por primera vez desde la invasión.
Los planes para las conversaciones entre Zelenski y Xi fueron reportados por The Wall Street Journal y Reuters no pudo confirmarlos de inmediato.
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino no respondió de inmediato a las peticiones de comentarios. El Kremlin dijo que aún no tiene nada que anunciar. La oficina del presidente ucraniano tampoco respondió de inmediato.
“Por regla general, los anuncios de visitas oficiales al extranjero se coordinan de forma sincronizada por mutuo acuerdo de las partes”, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. “Cuando haya tal disposición, se lo haremos saber”.
(Con información de Reuters y AFP)
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