El Parlamento de Georgia, dominado por el partido gobernante Sueño Georgiano, desechó hoy formalmente el proyecto de ley sobre agentes extranjeros, tras las multitudinarias protestas que suscitó su aprobación en primera lectura el pasado martes.
Sueño Georgiano y el movimiento Fuerza del Pueblo anunciaron este jueves que revocaban el proyecto, denunciado por la oposición como un instrumento para reprimir la disidencia al igual que lo hace Rusia con una ley similar.
Sin embargo, el reglamento del Legislativo señala que un proyecto de ley que ha sido aprobado en primera lectura no puede ser retirado y debe continuar su tramitación hasta su rechazo o su aprobación.
Por ello el proyecto fue sometido hoy a votación en un breve pleno, en la que el proyecto recibió 35 votos en contra y solo uno a favor.
Un segundo proyecto de ley, que contemplaba severas sanciones contra quienes incumplieran la normativa sobre agentes extranjeros y que no llegó a ser examinado por el Legislativo, fue revocado por sus promotores.
Las protestas y los enfrentamientos de los pasados martes y miércoles entre manifestantes y efectivos de la policía antidisturbios, que empleó carros lanza agua y gases lacrimógenos, se saldaron con más de 130 detenidos y 60 agentes de la fuerza pública heridos.
Según el Ministerio del Interior, la mayor parte de los detenidos ha quedado en libertad.
Previamente, el Gobierno de Estados Unidos pidió que se respete el derecho a la protesta tras las manifestaciones que tuvieron lugar en las calles de la capital de Georgia, Tiflis.
“Instamos al Gobierno de Georgia a que respete la libertad de reunión pacífica y de protesta pacífica. Instamos a todas las partes a que actúen con contención y eviten cualquier escalada o acción violenta, respetando el Estado de derecho y los valores democráticos de Georgia”, declaró el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en una rueda de prensa.
Price mostró su “apoyo al pueblo georgiano y sus aspiraciones”, así como sus derechos universales, al tiempo que ha indicado que el Gobierno tiene que “reflejar las aspiraciones de su propio pueblo”.
Asimismo, reiteró la “preocupación” de Washington por los proyectos de ley sobre agentes extranjeros presentados por Tiflis, ya que “de convertirse en ley, estigmatizarían y silenciarían las voces independientes y a los ciudadanos de Georgia que se dedican a construir un futuro mejor dentro de sus propias comunidades”.
El portavoz estadounidense indicó que la aprobación por parte del “Parlamento de estos proyectos de ley inspirados en el Kremlin es incompatible con el claro deseo del pueblo de Georgia de integrarse en Europa y desarrollarse democráticamente”.
“Es una cuestión que ha suscitado un gran debate y protestas entre el pueblo de Georgia, y creemos que con razón, porque las implicaciones serían importantes y podrían ser significativas para el tipo de relación que queremos seguir manteniendo con el Gobierno de Georgia”, agregó.
“La tramitación de estas leyes, creemos, perjudicará las relaciones de Georgia con sus socios estratégicos y pone en peligro el futuro euroatlántico”, expresó Price, agregando que el país “aspira a una mayor integración con Europa y la Unión Europea”.
Las declaraciones de Ned Price se suman a las realizadas desde Bruselas por parte del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien condenó la represión de las manifestaciones en Georgia e insistió en que la polémica ley sobre agentes extranjeros, “no es compatible” con el acervo comunitario.
(Con información de EFE)
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