El Gobierno de Canadá admitió este jueves haber negado la entrada al país a un diplomático chino por temor a su injerencia en la política local. El episodio ocurrió en otoño de 2002 y se trató de un sujeto -denominado ‘agente político’- que el Partido Comunista Chino buscaba enviar a norteamérica como enlace internacional entre ambas naciones.
El episodio fue dado a conocer por la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, durante una comparecencia ante un comité parlamentario que, casualmente, investiga las intromisiones extranjeras en las elecciones canadienses.
Por su parte, el periódico local The Globe and Mail agregó que las autoridades consideraron que el cargo del funcionario era lo suficientemente alto como para que se tratase de una misión política y no diplomática, con el fin de inmiscuirse en el sistema democrático canadiense.
En ese sentido, la misma Joly señaló que China “quería mandar un agente político”.
La noticia se conoció en un momento de crecientes tensiones entre ambas naciones. Este mismo jueves, la Policía Montada de Canadá informó que está investigando dos nuevas supuestas “comisarías” del régimen de Xi Jinping en la ciudad de Montreal, por medio de las cuales ejerce presión sobre sus ciudadanos exiliados para que regresen al país y sean condenados por crímenes.
Estos sitios junto con las maniobras de intimidación de los agentes fueron señalados de injerencia por parte del Gobierno de Trudeau que, el pasado octubre, se sumó a la lista de países que detectó la presencia de estas maniobras. Entonces, fueron tres los sitios localizados en Toronto.
El Primer Ministro declaró en las últimas horas que su gabinete está vigilando la situación y añadió estar “muy preocupado” por el asunto.
Trudeau se encuentra en un momento de intensa presión por parte de los partidos de la oposición, que buscan la creación de una comisión que investigue la injerencia de China y de otros países en las elecciones generales luego de que se conocieran unas filtraciones en las que se reveló que los servicios de inteligencia alertaron al Gobierno de las actividades de Beijing.
Varios medios de Canadá sostienen que el gigante asiático envió dinero a, por lo menos, 11 candidatos -nueve de ellos del Partido Liberal de Trudeau y dos del Partido Conservador- en las elecciones de 2019.
Hasta el momento, el Primer Ministro se mantiene firme en su postura de no dar lugar al pedido de la comisión aunque, este lunes, dio a conocer la designación de un relator especial independiente para “combatir” las injerencias exteriores en los comicios. De todas formas, esto ha sido considerado insuficiente por los partidos de la oposición, que buscan una postura más dura sobre el tema.
Asimismo, a comienzos de esta semana, el líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, dijo que China donó USD 200.000 a la Fundación Pierre Elliot Trudeau -del antiguo Primer Ministro canadiense y padre del actual gobernante-.
Por su parte, el régimen de Xi Jinping ha negado todas las acusaciones y aseguró que “no tiene interés y no interferirá” en los asuntos del país norteamericano.
(Con información de EFE)
Seguir leyendo: