La policía del antiguo Estado soviético de Georgia utilizó gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento a primera hora del miércoles para disolver una protesta ante el Parlamento contra un proyecto de ley sobre “agentes extranjeros”.
Testigos de la agencia de noticias Reuters en la capital, Tiflis, vieron a policías con escudos antidisturbios realizando detenciones a lo largo de la avenida Rustaveli, la principal vía que atraviesa el centro de la ciudad.
Horas antes, la policía se había enfrentado a los manifestantes, algunos de los cuales lanzaron cócteles molotov y piedras. A continuación, la multitud se congregó frente al Parlamento, donde algunas personas apartaron las ligeras barreras metálicas destinadas a mantener al público alejado del edificio.
En un comunicado, el Ministerio del Interior dijo que había heridos de ambos bandos en lo que calificó de protesta extremadamente violenta. La policía reaccionaría ante las violaciones de la ley, añadió.
El Ministerio declaró que 66 personas habían sido detenidas durante los enfrentamientos, que duraron varias horas.
Las protestas estallaron después de que los parlamentarios dieran su respaldo inicial a la ley, que según sus detractores representa un giro autoritario y podría perjudicar el intento del país de ingresar en la Unión Europea (UE).
En un discurso pronunciado el martes en Berlín, el primer ministro georgiano, Giorgi Garibashvili, reafirmó su apoyo a la ley, afirmando que las disposiciones propuestas sobre agentes extranjeros cumplían “las normas europeas y mundiales”.
Pero el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, declaró que el proyecto de ley era una “evolución muy negativa” para el país y podía afectar gravemente a sus lazos con la UE.
Miles de personas, algunas de las cuales ondeaban banderas de la UE y Ucrania, se apostaron frente al Parlamento y escucharon a los oradores denunciar la ley, que obligaría a todas las organizaciones que reciban más del 20% de sus fondos del extranjero a registrarse como “agentes extranjeros” o enfrentarse a multas sustanciales.
Los detractores dicen que recuerda a una ley de 2012 en Rusia que se ha utilizado desde entonces para reprimir la disidencia.
La presidenta Salome Zourabichvili, que ha afirmado que vetará la ley si llega a sus manos, dijo que estaba del lado de los manifestantes.
“Representan a una Georgia libre, una Georgia que ve su futuro en Occidente, y que no permitirá que nadie se lo arrebate”, dijo en un discurso grabado en Estados Unidos, donde se encuentra de visita oficial.
A última hora de la noche del martes, los manifestantes se enfrentaron airadamente a la policía, armada con escudos antidisturbios, que utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua. Se lanzaron al menos tres cócteles molotov y piedras contra la policía.
Algunos gritaron “No a la ley rusa” y “Ustededes son rusos” a los políticos que se encontraban en el interior del parlamento.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, declaró que Estados Unidos estaba profundamente preocupado por una ley que “atentaría contra algunos de los derechos que son fundamentales para las aspiraciones del pueblo de Georgia”.
Partidos de la oposición de Georgia convocaron nuevas protestas para el miércoles, día festivo en Georgia con motivo del Día Internacional de la Mujer, y se espera que una multitud se concentre ante el Parlamento a partir de las 15.00 horas (11.00 GMT).
(Con información de Reuters)
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