Las imágenes de tres leones cachorros jugando en el sureste de Senegal no han tardado en recorrer el mundo en lo que fue una clara señal de esperanza en lo que respecta a la conservación de la especie.
Los tres cachorros fueron captados junto a su madre en el parque nacional Niokolo-Koba el pasado febrero gracias a una cámara automática instalada entre las plantas. En el video se puede ver a los cuatro mamíferos alrededor de un cadáver de otro animal y, precisamente, a la leona madre Florence -de unos diez años- hurgando entre la carne.
Los tres cachorros merodeaban a su alrededor mientras intentaban imitarla, probaban sus garras y colmillos, y hasta se le trepaban por sus patas traseras.
Esta inocente imagen representó para Panthera, una organización estadounidense dedicada a la conservación de felinos en el mundo y de sus ecosistemas, “una señal de la recuperación de la población de leones en África Occidental”.
La grabación les llevó, por otra parte, tranquilidad sobre el bienestar de la leona mayor ya que sospechaban que, tras dar a luz tiempo atrás, había sido cazada furtivamente. Su collar con GPS dejó de funcionar y los expertos no pudieron acceder a sus datos de geolocalización.
En cuanto al cuarto animal, que yacía herido en el suelo, permitió a los expertos percatarse de sus lesiones y asistirlo momentos más tarde. Según explicaron tras examinarlo, las heridas se habrían producido por las púas de un puercoespín.
Desde 2011, la entidad trabaja a la par de las autoridades senegalesas en pos de la conservación del Parque Nacional y de la preservación de las especies que allí viven.
Una de sus principales luchas es la de los leones, que hasta hace no tanto, eran tan solo unos diez o quince en este espacio. Sin embargo, gracias a estos esfuerzos que incluyeron la persecución de los cazadores furtivos e investigaciones de científicos locales, hoy la ONG se enorgullece de asegurar que ya son casi una treintena los leones allí.
Los leones de África Occidental son muy venerados en Senegal, al punto que aparecen en su himno nacional. Esta especie, característica por su melena estrecha y genéticamente distinta de las subespecies de África y Asia, es una de las principales víctimas de la caza furtiva y la desaparición del hábitat, así como de otros factores más raros aunque reales como los grandes eventos y desastres mundiales.
Por ejemplo, en el marco de la guerra que Rusia lanzó en Ucrania hace poco más de un año, un magnate del metal de Nueva York destinó USD 50.000 para el rescate de cuatro cachorros de león del país invadido.
Estos acontecimientos han llevado a que, en todo el mundo, queden entre 120 y 380 ejemplares, según registros de Panthera.
Continuando con su iniciativa, en el parque nacional esperan que sus medidas sigan dando sus frutos y, así, poder contar con una población de unos 50 leones para 2025 y hasta 100 para 2030.
Estos animales conviven en el Niokolo-Koba junto a perros salvajes, hienas manchadas, antílopes gigantes occidentales y hartebeests occidentales.
(Con información de AFP)
Seguir leyendo: