La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) envió este martes una orden de autodestrucción a su cohete H3 minutos después de que despegara para su vuelo inaugural por un aparente fallo en sus motores secundarios, tras un anterior intento de lanzamiento suspendido el pasado febrero.
“Parece que la velocidad está cayendo”, dijeron los narradores en la transmisión en vivo de JAXA, tras lo cual el centro de mando anunció que “el motor de ignición de la segunda etapa no ha sido confirmada”
La transmisión en vivo fue interrumpida brevemente, con un mensaje que decía: “estamos actualmente revisando la situación. Por favor esperar”.
Cuando se reanudó la transmisión, el centro de mando anunció la destrucción del cohete.
“La orden de destrucción fue transmitida al H3 debido a que no tenía posibilidad de completar la misión”, indicó el centro de control.
Desarrollado conjuntamente por la JAXA y Mitsubishi Heavy Industries, el cohete despegó del Centro Espacial Tanegashima, en Kagoshima (suroeste), a las 10:37 de la mañana de este martes (1:37 GMT), sin embargo, minutos después del despegue, sus motores secundarios no lograron encenderse por lo que la JAXA envió la orden de autodestrucción del aparato.
En el anterior intento, el pasado 17 de febrero, el nuevo cohete insignia de Japón no pudo realizar su vuelo inaugural después de que sus impulsores complementarios no se encendieran por lo que no llegó a despegar, aunque los motores principales de la primera fase del mismo sí se encendieron de forma correcta.
El lanzamiento del cohete H3, retrasado varias veces en los últimos años, genera gran expectación por su peso en el programa aeroespacial nipón y la próxima generación de desarrollo espacial.
El primer vuelo del cohete estaba originalmente programado para finales de marzo de 2021, pero la fecha se retrasó alrededor de dos años debido a problemas con el motor de su primera fase LE-9, recientemente desarrollado, y por el reemplazo de piezas.
El H3, que está llamado a sustituir a los modelos H2-A y H2-B empleados por JAXA para poner en órbita satélites, es el primer cohete espacial en utilizar en su primera fase un motor (el mencionado LE-9) que funciona con un ciclo expansor, un sistema que mejora la eficiencia en el uso de combustible.
El cohete, que supone la primera renovación del vehículo insignia de lanzamiento del país en dos décadas, debe poner en órbita el satélite de observación terrestre DAICHI-3, que se utilizará para monitorizar la situación en zonas afectadas por desastres.
(Con información de EFE y AFP)
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