Uno de los eventos más grandes en la historia humana comenzó en el Reino Unido: la Revolución Industrial. Pero el Reino Unido se ha quedado atrás, al menos así lo creen dos de las figuras políticas más ilustres del país, Tony Blair y William Hague, quienes han dejado de lado sus diferencias políticas y se han unido para producir un informe que sostiene que el Reino Unido se ha quedado atrás en la Revolución Digital, y que debe realizar una serie de reformas estructurales para asegurar su futuro como Estado.
“Ambos creemos que el desafío es tan urgente, el peligro de quedarse atrás tan grande y las oportunidades tan emocionantes que se necesitan lineas para un nuevo sentido de propósito nacional que vaya más allá de las divisiones políticas (….) una remodelación fundamental del Estado en torno a la tecnología. No se trata de debates tradicionales de izquierda y derecha. Debería conducir a un estado más estratégico con un modelo operativo completamente nuevo”, reza el reporte.
El Reino Unido está comenzando con fortalezas reales en muchas áreas de tecnología emergente. Sin embargo, los autores advierten que sin un cambio radical, corre el riesgo de decaer y correr detrás de Estados Unidos y China, que están invirtiendo fuertemente en su futuro.
Para esto, proponen una remodelación fundamental del Estado, desde cómo funciona el propio gobierno hasta cómo se prestan los servicios públicos. Este nuevo “estado estratégico” necesita abrazar la revolución tecnológica, alegan Blair y Hague, de la misma manera en la que ya lo está haciendo el sector privado.
Primero dicen que hay que preguntarse como se pueden aprovechar los beneficios de esta revolución para Gran Bretaña y utilizar los datos y la tecnología para reducir el costo de los servicios públicos y mejorar los resultados. Un ejemplo de cómo el sector público y privado pueden trabajar juntos de manera eficiente y exitosa es la velocidad de la respuesta al Covid, particularmente el desarrollo y despliegue de nuevas vacunas.
Las reformas que proponen los políticos son:
-Una reorganización del centro de gobierno para impulsar esta agenda de ciencia y tecnología a través del gobierno y los servicios públicos, con todo el peso de la autoridad del primer ministro detrás y, en esencia, el conjunto de habilidades para garantizar su implementación efectiva.
-Construcción de la infraestructura fundamental de la era de la IA. Esto incluye, entre otros puntos, una identificación digital segura y que preserve la privacidad para los ciudadanos que les permita interactuar rápidamente con los servicios gubernamentales, al tiempo que brinde al Estado la capacidad de orientar mejor el apoyo.
-Crear una Agencia de Adquisiciones Avanzada (APA) con un mandato especializado para encontrar oportunidades para la innovación del sector público, adquirir soluciones prometedoras y gestionar su implementación y prueba.
-Incentivar la consolidación de las pensiones y fomentar la equidad de crecimiento al hacer que la exención del impuesto sobre las ganancias de capital de las pensiones se aplique solo a los fondos con más de £ 20.000 millones bajo administración que asignan un porcentaje mínimo de sus fondos a activos del Reino Unido; y combinar el Fondo de Protección de Pensiones (PPF) del Reino Unido y el Fideicomiso Nacional de Ahorro para el Empleo (NEST) para crear un único vehículo de inversión que participe en la consolidación del mercado.
-Reformar las oficinas de transferencia de tecnología (TTO) para fomentar más spin-outs universitarios.
-Aumentar la inversión pública en investigación y desarrollo (I+D) para hacer del Reino Unido un líder entre naciones comparables dentro de cinco años, junto con reformas en la forma en que nuestras instituciones de ciencia, investigación e innovación se financien y regulen para brindar más libertad y mejores incentivos.
-Invertir en nuevos modelos de organización de la investigación en ciencia y tecnología, incluida la gran expansión de la Agencia de Investigación e Invención Avanzada (ARIA), y la creación de laboratorios innovadores que generen nuevas industrias al trabajar en la intersección de la ciencia y la ingeniería de vanguardia.
-Perseguir reformas de planificación más amplias para garantizar que los proyectos de infraestructura que son críticos para la transformación económica del Reino Unido puedan obtener la aprobación en seis meses o menos, al mismo tiempo que se crean exenciones y procesos acelerados para la planificación de infraestructura de I+D.
-Integrar las nuevas tecnologías en la educación para desarrollar las habilidades del futuro y desarrollar una fuerza laboral capaz de implementar avances tecnológicos. Esto debería incluir un nuevo fondo de capacitación en tecnología educativa para mejorar la confianza de los docentes y los incentivos para adoptar la innovación como parte del aprendizaje.
-Construir asociaciones globales más sólidas para evitar quedar atrapados detrás de las superpotencias tecnológicas de EEUU y China.
“Con la ciencia y la tecnología como nuestro nuevo propósito nacional, podemos innovar en lugar de estancarnos frente al creciente cambio tecnológico. Este propósito debe superar las diferencias políticas para lograr un nuevo consenso entre partidos que sobreviva a cualquier cambio de gobierno”, reza el informe.
Sin embargo, hay una recomendación del informe que ha suscitado preocupación. Se trata de la “identificación digital para todos los ciudadanos”. Prevé una identificación digital que todos deberían tener en su teléfono inteligente. Esto incorporaría los pasaportes de las personas, los permisos de conducir, los registros fiscales, las cualificaciones, el derecho al trabajo y otros documentos.
“Tenemos la oportunidad de dar forma a un futuro radicalmente diferente para Gran Bretaña”, finalizan su reporte. “Uno que adopte la tecnología para restaurar nuestro entorno natural, ayude a las personas a vivir una vida más larga y saludable y cree empleos bien remunerados y competitivos a nivel internacional en las cuatro naciones de nuestro país. Lograr esto requerirá un cambio único en una generación en nuestro modelo operativo y una transformación de toda la economía en la forma en que trabajamos e innovamos”.
El paper de Blair y Hague:
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