Un submarino de propulsión nuclear estadounidense llegó a Corea del Sur para una visita programada, anunció la Marina de Estados Unidos, luego del tensiones registradas la semana pasada con el régimen de Corea del Norte.
El USS Springfield, de 6.000 toneladas y de clase Los Ángeles, forma parte de una serie de submarinos nucleares de ataque del Ejército estadounidense y atracó el día 23 en la base naval de la ciudad portuaria surcoreana de Busan, según informó este fin de semana la Séptima Flota estadounidense en sus redes sociales.
Este submarino se encuentra normalmente desplegado en Guam y opera rutinariamente realizando operaciones de seguridad marítima y “apoyando los intereses de seguridad nacional”, según Washington.
La Séptima Flota del Pacífico de EEUU divulgó fotos del buque con la bandera surcoreana ondeando junto a la estadounidense, así como la Armada surcoreana dando la bienvenida al mismo.
La visita del submarino al Sur podría tener la intención de servir como advertencia a Corea del Norte, después de que Pyonyang disparara hace unos días tres misiles, uno de ellos de alcance intercontinental, y amenazara con dar una respuesta “sin precedentes” a unas grandes maniobras que Seúl y Washington tienen programado realizar en marzo.
Corea del Norte también lanzó el 20 de febrero, dos días después de disparar un misil intercontinental, dos proyectiles de corto alcance al mar de Japón en aparente respuesta a las maniobras aéreas que realizaron Seúl y Washington la víspera.
Estos lanzamientos se produjeron un día después de que Corea del Sur y Estados Unidos realizaran maniobras aéreas en las que participaron dos bombarderos estratégicos B-1 estadounidenses.
Esta acción conjunta tuvo lugar en respuesta al lanzamiento por parte de Corea del Norte el sábado de un misil balístico intercontinental (ICBM) Hwasong-15, el segundo con mayor alcance potencial de su arsenal, que recorrió más de 900 kilómetros antes de caer en aguas de la Zona Económica Especial (ZEE) de Japón.
Ante esto, la Unión Europea (UE) condenó “enérgicamente” los movimiento que calificó como “ilegales” y “temerarios” por parte de Corea del Norte.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, instó a la comunidad internacional a “responder de forma unida y firme antes de que las acciones de Corea del Norte socaven aún más la arquitectura internacional de no proliferación y aumenten las tensiones militares en la región”.
Insistió en que Pyongyang cumpla “inmediatamente” las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y abandone todas sus armas nucleares, otras armas de destrucción masiva, programas de misiles balísticos y programas nucleares existentes, “de manera completa, verificable e irreversible”, y cese todas las actividades relacionadas.
“La UE insta a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas a que se unan a ella en el llamamiento a Corea del Norte para que cese inmediatamente todos los lanzamientos de misiles y reanude el diálogo con las partes pertinentes”, agregó.
La península vive un histórico nivel de tensión después de un 2022 en el que Pyonyang realizó un número récord de pruebas de armas (en torno a medio centenar) y en el que los aliados volvieron a realizar grandes maniobras y a desplegar temporalmente activos estratégicos estadounidenses en el sur de la península coreana.
(Con información de EFE)
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