Al menos 54 personas fueron detenidas este viernes en 14 ciudades rusas, entre ellas Moscú y San Petersburgo, por mostrar su desaprobación a la invasión en Ucrania, según informó la organización OVD-Info, especializada en el seguimiento de detenidos y declarada agente extranjero en Rusia.
En concreto, 18 personas fueron arrestadas por la Policía rusa en San Petersburgo por realizar acciones antibelicistas individuales, como colocar flores en el monumento al pintor ucraniano Taras Shevchenko, escribir sobre la nieve o realizar piquetes.
Estas detenciones se suman a las de Ekaterimburgo, en total 11, donde varias personas protagonizaron concentraciones espontáneas en memoria del dirigente opositor ruso Boris Nemtsov. Asimismo, al menos siete personas fueron detenidas en Moscú.
Otras dos personas fueron arrestadas en la ciudad rusa de Nizhni Novgorod cerca del monumento a Irina Slavina, una periodista fallecida que se suicidó rociándose de algún tipo de líquido inflamable y prendiéndose fuego frente a una comisaría de Policía en señal de protesta contra el Gobierno de Rusia. A estos detenidos, se le sumaron una mujer y un menor de edad que portaban un cartel antibelicista en Barnaul.
También hubo detenidos en Jabárovsk y Vladivostok, donde fue arrestado un diputado municipal que portaba un cartel en el que escribió “paz para Ucrania. Soldado, vete a tu casa”, en Samara, en la región de Moscú, y en Irkutsk.
Durante los últimos doce meses, OVD-Info ha contabilizado 19.586 detenciones en 78 regiones de Rusia en protestas contra la invasión de las fuerzas de Vladimir Putin en Ucrania.
Al menos 447 personas fueron procesadas en relación con protestas contra la guerra, 128 de ellas se encuentran bajo custodia.
El 4 de marzo de 2022, ocho días después de lanzar su “operación militar especial” en Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, promulgó una ley que castiga con cuantiosas multas o con entre tres y 15 años de prisión la difusión de “información falsa” sobre el Ejército ruso.
En concreto, la normativa castiga con entre 10 y 15 años de prisión la difusión de información falsa sobre las Fuerzas Armadas que acarree “graves consecuencias”.
Además, prevé penas de prisión de hasta 5 años por “acciones públicas” que busquen desprestigiar el empleo de la Fuerzas Armadas rusa en “la defensa de los intereses de Rusia y sus ciudadanos, en la preservación de la seguridad y paz internacional”.
Frente a los que protestan hay también quienes defienden la intervención bélica de Rusia en el país vecino.
Bogdán, operador de un canal de televisión, cree que los rusos viven una especie de “inspiración” con todo lo que está sucediendo y que Rusia “logrará sus objetivos” en Ucrania.
”Somos así, podemos pasar años aguantando golpes y golpes, pero cuando nos levantamos, es difícil detenernos”, le aseguró a la agencia de noticias EFE, parafraseando la frase del canciller alemán Otto von Bismarck sobre los cientos de métodos para sacar al oso de la madriguera y la imposibilidad de obligarlo a volver a esconderse.
Está convencido sinceramente de la responsabilidad de Occidente en este conflicto y considera que más de la mitad de la población rusa comparte su punto de vista.”Esto es muy duro, duele mucho, es algo que no queríamos que pasara, pero que era inevitable”, añadió, al señalar que más allá de su pesar por esta situación, su vida no se ha visto seriamente afectada.
Para muchos la posibilidad real de que la guerra toque a sus puertas se convirtió en una espada de Damocles: tras la movilización parcial decretada por Putin en septiembre del año pasado varios cientos de miles de rusos huyeron al extranjero.
Konstantín, un joven opositor ruso que eludió el llamado a filas escapando a Georgia, comentó que le gustaría regresar a su país, “pero solo tras la remoción o la muerte de Putin, cuando se acabe el régimen actual”.
(Con información de Europa Press y EFE)
Seguir leyendo: