La justicia rechazó devolver la ciudadanía británica a una mujer que se unió al Estado Islámico en 2015

El juez desestimó la apelación de Shamima Begum. La mujer tenía 15 años cuando abandonó su casa para ir a Siria con dos amigas del colegio en 2015. Mientras estuvo allí, se casó con un combatiente del grupo terrorista y tuvo tres hijos, ninguno de los cuales sobrevivió

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En esta foto de archivo
En esta foto de archivo tomada el 22 de febrero de 2015, la hermana mayor de Shamima Begum sostiene una foto de su hermana mientras era entrevistada por los medios en el centro de Londres (LAURA LEAN/AFP)

Una mujer que fue despojada de su ciudadanía británica tras viajar a Siria cuando era adolescente para casarse con un combatiente del grupo Estado Islámico perdió el miércoles su batalla legal para revocar la decisión.

El fallo del juez Robert Jay significa que Shamima Begum, de 23 años, no puede regresar al Reino Unido desde su actual hogar en un campo de refugiados en el norte de Siria.

Begum tenía 15 años cuando abandonó su casa del este de Londres para ir a Siria con dos amigas del colegio en 2015. Mientras estuvo allí, se casó con un combatiente del ISIS y tuvo tres hijos, ninguno de los cuales sobrevivió.

En febrero de 2019, dijo que quedó apátrida cuando el entonces ministro del Interior británico, Sajid Javid, revocó su ciudadanía británica por motivos de seguridad nacional después de que la encontraran en el campamento sirio.

Shamima Begum ahora tiene 23
Shamima Begum ahora tiene 23 años y vive en un campo de refugiados en el norte de Siria.

Un tribunal británico dictaminó en 2020 que no era apátrida porque era “ciudadana de Bangladesh por ascendencia”.

El año pasado, el Tribunal Supremo británico denegó a Begum el permiso de entrada en el Reino Unido para defender su caso de ciudadanía. Posteriormente llevó su caso ante la Comisión Especial de Apelaciones sobre Inmigración (SIAC).

Al rechazar su recurso el miércoles, Jay dijo que “según nuestro acuerdo constitucional, estas cuestiones delicadas las debe evaluar el Secretario de Estado y no la Comisión”.

No obstante, afirmó que los argumentos de Begum tenían “una fuerza considerable” y que la conclusión de Javid de que viajó voluntariamente a Siria “es tan cruda como poco comprensiva”.

“Además, tiene cierto mérito el argumento de que quienes asesoran al secretario de Estado ven esto como una cuestión en blanco y negro, cuando muchos dirían que hay matices de gris”, añadió.

Denuncias de tráfico

El Ministerio del Interior se mostró “satisfecho de que el tribunal haya fallado a favor de la posición del gobierno”.

Begum es una de los cientos de europeos cuyo destino tras la caída en 2019 del autodenominado califato de los extremistas islamistas ha resultado ser un asunto espinoso para los gobiernos.

La abogada de Begum, Samantha Knights, declaró en la vista de cinco días del SIAC celebrada el pasado noviembre que Begum había sido “influenciada” junto con sus amigos por una “determinada y eficaz” “maquinaria propagandística” del grupo ISIS.

 Shamima Begum filmada por
Shamima Begum filmada por las cámaras de seguridad en el aeropuerto de Londres (Shutterstock)

Había pruebas “abrumadoras” de que había sido “reclutada, transportada, trasladada, acogida y recibida en Siria con fines de ‘explotación sexual’ y ‘matrimonio’ con un varón adulto”, añadió en sus alegaciones por escrito.

El proceso por el que el gobierno tomó la decisión de retirar la ciudadanía a Begum fue “extraordinario” y “demasiado precipitado”, añadió.

James Eadie, en representación del Gobierno, dijo que Begum “viajó, se alineó y permaneció en Siria durante cuatro años” y que sólo abandonó el territorio controlado por el EI por razones de seguridad “y no por una auténtica desvinculación del grupo”.

Javid “consideró adecuadamente” todos los factores antes de tomar su decisión, y el caso tenía que ver con la “seguridad nacional”, no con el tráfico de personas, añadió.

La aparente falta de remordimiento de Begum en las entrevistas iniciales provocó indignación, pero desde entonces ha expresado arrepentimiento por sus acciones y simpatía por las víctimas del EI.

En un documental del año pasado, dijo que al llegar a Siria se dio cuenta rápidamente de que el EI estaba “atrapando gente” para aumentar las cifras del califato y “quedar bien”.

Se calcula que unas 900 personas han viajado desde Gran Bretaña a Siria e Irak para unirse al EI. De ellas, se cree que unas 150 han sido despojadas de su ciudadanía.

(Con información de AFP)}

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