Yevgeny Prigozhin, fundador del Grupo Wagner, acusó el martes al ministro de Defensa ruso y al jefe del Estado Mayor de privar a sus combatientes de municiones y de intentar destruir a la milicia de mercenarios, acciones que, según él, equivalen a traición.
Prigozhin, un ex empresario del sector de la restauración muy cercano al presidente Putin, ha asumido un papel más público desde el comienzo de la invasión rusa a Ucrania hace un año, con su Grupo Wagner a la cabeza de la batalla que Rusia libra desde hace meses por la ciudad de Bakhmut, en la región ucraniana de Donetsk.
“Simplemente se está produciendo una oposición directa”, dijo Prigozhin en un mensaje de voz publicado en su canal de Telegram. “Esto puede equipararse a alta traición”.
Es el segundo mensaje de este tipo publicado por Prigozhin en dos días. El lunes, se quejó de que funcionarios anónimos estaban negando los suministros a Wagner por animadversión personal hacia él.
Aparentemente enojado, y hablando a veces con voz elevada, Prigozhin culpó al ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y a Valery Gerasimov, el militar de mayor rango del país, de causar deliberadamente la escasez de armas, que según él estaba provocando un aumento de las pérdidas entre las tropas de Wagner que luchaban en torno a Bakhmut.
“El jefe del Estado Mayor y el ministro de Defensa están dando órdenes a diestro y siniestro no sólo de no suministrar munición a la PMC (empresa militar privada) de Wagner, sino de no ayudarla con transporte aéreo”, declaró Prigozhin.
Sus palabras llegan en medio de reportes de fuertes bajas en el Grupo a medida que se intensifica la batalla en Bakhmut.
Según Estados Unidos, más de 30.000 mercenarios del grupo Wagner han muerto desde el inicio de la guerra en Ucrania, 9.000 de ellos desde mediados de diciembre pasado.
La organización paramilitar está al frente de la ofensiva en Donetsk desde hace meses. Wagner afirma haber capturado terreno sin ayuda del ejército regular, lo que ha provocado fricciones entre Wagner y los mandos militares rusos, a los que Prigozhin criticó por estar sumidos en una burocracia “monstruosa”.
El grupo paramilitar tuvo un rol primordial en enero en la toma de la cercana localidad ucraniana de Soledar, un logro que fue puntualmente cuestionado por el ministerio ruso de Defensa y suscitó un choque con Prigozhin, quien acusó al ministerio de querer “robarles la victoria”.
Antaño discreto, el jefe de Wagner fue durante mucho tiempo un aliado inseparable del Kremlin, para quien llevó a cabo algunos encargos.
Durante años lo negó, pero al final reconoció públicamente ser el fundador del grupo Wagner, cuyos paramilitares han sido vistos en Oriente Medio y en África.
También admitió haber participado en injerencias rusas en elecciones estadounidenses y haber creado una “granja de troles” para realizar campañas de propaganda y de desinformación en internet.
El propio Prigozhin estuvo encarcelado en Rusia casi una década, al final de la era soviética, y fue luego vendedor de perritos calientes en San Petersburgo, antes de codearse con las altas esferas como empresario hostelero.
(Con información de Reuters y AFP)
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