La velocidad a la que el COVID se extendió por la población china desde principios de diciembre tomó al mundo por sorpresa. Ahora, la caída repentina en el número de muertes en el país también causa asombro.
Solo hubo nueve muertes relacionadas con COVID en hospitales el 13 de febrero, según las cifras oficiales más recientes. Son números fuertemente a la baja frente al pico de 4.273 en un solo día a principios de enero y es la disminución más pronunciada en muertes entre más de 20 lugares que enfrentaron olas masivas de ómicron el año pasado.
En contraste, Estados Unidos registró un pico de 2.600 muertes diarias a principios de 2022, y las muertes tardaron poco más de un mes en caer a alrededor de 1.400. La tendencia se refleja en lugares como Taiwán y el Reino Unido, que tuvieron una caída de aproximadamente el 50% durante un período similar, aunque países como Sudáfrica e India informaron disminuciones que se asemejan más a la experiencia de China.
La fuerte caída genera nuevas preguntas sobre la precisión de los datos que se publican. Recientemente, en plataformas de redes sociales como Weibo han cuestionado el recuento oficial de muertes e instaron al Gobierno a revelar las cifras reales de COVID.
China eliminó las pruebas cuando abandonó la política de “cero COVID” a fines del año pasado, creando un vacío de información justo cuando un brote récord azotaba a la población. El país también redujo el espectro de su definición de muerte por COVID, y la pequeña cantidad de muertes reportadas oficialmente contrasta con escenas caóticas de hospitales y crematorios desbordados.
La fuerte caída llevó a líderes chinos a declarar la semana pasada una “victoria decisiva” sobre la pandemia, señalando su tasa de mortalidad por COVID, que supera a cualquiera del mundo. El virus ahora circula a niveles bajos y la población de 1.400 millones de personas tiene una “gran vitalidad e impulso para seguir adelante”, declararon medios estatales durante el fin de semana.
El bajo número oficial de muertes no es la única forma en que Pekín busca superar el COVID. Hay señales de que las autoridades tienen menos disposición para profundizar, al menos públicamente, en el origen del COVID.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo recientemente que renovó una iniciativa para una mayor cooperación de China dada la dificultad que enfrenta el grupo para obtener la participación total del país. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dice que ha compartido información y actualizaciones sobre el rastreo de los orígenes.
Pero cuanto más tiempo pasa, más difícil es llegar al fondo de lo que provocó la pandemia mundial, según la directora técnica de la OMS para el COVID, Maria Van Kerkhove.
“Estos estudios deben realizarse en China y necesitamos la cooperación con nuestros colegas allí”, dijo Van Kerkhove en una sesión informativa reciente de la OMS.
(Con información de Bloomberg)
Seguir leyendo: