Un terremoto de magnitud 6,4 (y una réplica de 5,8) se registró el lunes en la provincia de Hatay, en el sur de Turquía, la más afectada por el temblor del 6 de febrero, que dejó más de 41.000 muertos en el país, informó la agencia de respuesta a las catástrofes AFAD.
El sismo sacudió la localidad de Defne a las 20h04 (1704 GMT) y fue sentido con fuerza en Antoquía y Adana, 200 kilómetros al norte. Se sintió también en Siria, Jordania, Israel y Egipto.
Al menos seis personas murieron y 294 resultaron heridas, informó el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu. En tanto, más de 130 personas resultaron heridas de diversa consideración en las áreas opositoras del noroeste de Siria.
Al menos un edificio ya a medio colapsar se desplomó entero y cascotes de otros dañaron coches aparcados, informa la cadena NTV.
“Sabemos que es un terremoto independiente. Hemos detectado una veintena de réplicas tras el primer terremoto de 6,4. Tenemos ocho heridos”, ha explicado el vicepresidente turco, Fuat Oktay, citado por el diario ‘Hürriyet’. Oktay ha instado a alejarse de los edificios dañados y a seguir las indicaciones de las autoridades y ha confirmado al menos ocho personas heridas.
Las autoridades de han advertido a la población que se mantengan alejados de la costa en la provincia de Hatay, ya que el nivel del agua podría subir medio metro tras el nuevo seísmo y hay riesgo de tsunami .
Este nuevo temblor se ha registrado en la localidad de Samandağ, a unos 12 kilómetros de la costa mediterránea, por lo que AFAD, la agencia turca de emergencias ha pedido alejarse del agua.
Ahmet Ovgun Ercan, un prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul, aseguró a la emisora HalkTV que este sismo, al que calculó una duración de 17 segundos, es un fenómeno normal y anticipó que algunos edificios ya dañados se habrán desplomado.
Según AFAD, se han registrado más de 6.000 réplicas desde que el seísmo de magnitud 7,8 sacudió el seis de febrero Turquía y Siria.
Desde el sismo del pasado día 6, ninguno de los edificios en Antioquía es aún habitable, pero hay equipos de trabajo de desescombro que pueden haber sido atrapados por algún desplome.
Además, muchos supervivientes tienen el hábito de reunirse alrededor de fogatas ante los edificios derrumbados para ayudar en la identificación de cadáveres, y pueden estar en riesgo si se desploma algún edificio vecino que aún quede en pie.
“Era terrible, nos han caído encima ventanas rotas. Todo el mundo ha salido de las tiendas con pánico. Con la oscuridad no se puede ver todavía qué ha pasado”, dijo a la agencia de noticias EFE por teléfono Ugur Sahin, un reportero del diario BirGün.
El centro de emergencias nacional AFAD, que ubica el epicentro del sismo en el barrio de Defne en la propia Antioquía, habla de una segunda réplica de magnitud 5,8 con epicentro en Samandag.
(Con información de AFP, Europa Press y EFE)
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