El Partido Nacional Escocés (SNP) emprendió el jueves un largo e incierto proceso para designar a su nuevo líder, tras la sorpresiva dimisión de la primera ministra Nicola Sturgeon, que plantea interrogantes sobre el futuro del movimiento independentista en Escocia.
El SNP debía reunirse el jueves por la tarde para elaborar un calendario para elegir a un sucesor a la altura de esta carismática y hábil política de 52 años que relanzó hace años a la formación cuando estaba en uno de sus peores momentos y la conmocionó el miércoles al anunciar su inesperada renuncia alegando el desgaste por tantos años en el poder.
Sturgeon sirvió como mano derecha de su predecesor, Alex Salmond, desde 2004 y cuando este dimitió en 2014, tras el referéndum de autodeterminación en que 55% de escoceses optó por permanecer en el Reino Unido, fue coronada sin competencia como su sucesora natural.
Sin embargo ahora no hay ningún candidato evidente: las miradas parecen centrarse en el ministro de cultura y asuntos exteriores del gobierno regional escocés Angus Robertson, el vice primer ministro John Swinney, la joven ministra de Finanzas Kate Forbes o el titular de Sanidad Humza Yousaf.
Pero el proceso puede ser largo y complejo. La última vez que se realizó, en 2004, duró casi tres meses.
“Va a ser una sacudida al sistema político escocés. Esto lo cambia todo”, dijo a la agencia de noticias AFP Christopher Carman, politólogo de la Universidad de Glasgow.
En opinión del experto en sondeos John Curtice, “el SNP necesita algo más que un primer ministro competente. Necesita un político bueno en campaña que pueda mover el dial en el debate sobre la independencia”. Y es una “gran incógnita” si lo encontrará, declaró a Times Radio.
“Con Sturgeon, el apoyo a la independencia no aumentó tanto como había previsto. No pudo responder algunas de las cuestiones más delicadas: las pensiones, la pertenencia a la Unión Europea, la moneda, toda una serie de cuestiones que pueden afectar las finanzas públicas de una Escocia independiente”, dijo a AFP James Mitchell, de la Universidad de Edimburgo.
“Hacer una pausa”
El principal argumento contra la independencia en el referéndum de 2014 fue que esta dejaría a Escocia fuera de la Unión Europea.
Sin embargo, dos años después el referéndum sobre el Brexit -al que se opuso una inmensa mayoría de escoceses- arrastró paradójicamente a esta nación de 5,5 millones de habitantes fuera de la UE junto al resto del país precisamente por pertenecer al Reino Unido.
Pese a que el gobierno central de Londres martillea que la de 2014 fue una consulta “única en una generación”, Sturgeon defendió que el Brexit había cambiado la situación y defendió con tino y paciencia el derecho a convocar en los próximos años otro referéndum “legal”.
Ante la persistente negativa del ejecutivo central, acabó acudiendo a la justicia.
Y cuando el año pasado una sentencia del Tribunal Supremo cerró la puerta a organizar una consulta sin el acuerdo de Londres, aseguró que convertiría las próximas elecciones generales -previstas en enero de 2025 a más tardar- en un plebiscito sobre la independencia.
Esta perspectiva resultó sin embargo muy controvertida entre los votantes y en las filas del propio SNP, que tenía previsto celebrar en marzo una conferencia sobre la cuestión.
Algunos líderes independentistas piden ahora que esta se posponga, para no imponer una decisión al nuevo líder, cuando las encuestas muestran que el apoyo a la independencia no avanza.
El SNP debe “hacer una pausa” en la lucha independentista para “dar a nuestro nuevo líder la oportunidad y el espacio necesarios para exponer su visión”, declaró a la BBC el líder del partido en el Parlamento de Londres, Stephen Flynn.
Pero la dimisión de Sturgeon no solo debilita los argumentos a favor de la independencia, sino que refuerza las esperanzas electorales de sus partidos rivales en Escocia.
Según el diario británico The Times, miembros del Partido Laborista y del Partido Conservador reaccionaron el miércoles con “júbilo” a la partida de la figura donimante en la política escocesa desde que asumió el poder hace más de ocho años.
(Con información de AFP)
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