China impuso el jueves sanciones comerciales y de inversión a los contratistas militares estadounidenses Lockheed Martin y Raytheon por suministrar armamento a Taiwán dentro de sus esfuerzos para aislar a la democracia insular, que el gobernante Partido Comunista reclama como parte de su territorio.
Las empresas no podrán importar mercancías a China ni hacer nuevas inversiones en el país, anunció el Ministerio de Comercio.
El impacto de las sanciones sobre Lockheed Martin o Raytheon no estuvo claro de inmediato. Estados Unidos prohíbe la mayoría de las ventas de tecnología armamentística a China, pero algunos contratistas militares tienen negocios civiles en el sector aeroespacial, entre otros mercados.
Taiwán y China se separaron en 1949 tras una guerra civil. La isla nunca ha formado parte de la República Popular de China pero el Partido Comunista sostiene que está obligada a unirse al territorio continental, por la fuerza si fuese necesario.
El régimen de Xi Jinping ha redoblado sus esfuerzos para intimidar a Taiwán desplegando aviones de combate y bombarderos cerca de la isla y disparando misiles al mar.
Entretanto, Japón y Estados Unidos iniciaron este jueves unas maniobras militares conjuntas a gran escala al sudoeste del archipiélago japonés, destinadas a mejorar sus capacidades operativas ante la presencia creciente de China en esas aguas.
Estos ejercicios anuales denominados “Iron Fist” (“Puño de hierro”) se celebran por primera vez fuera de California (EE.UU.) desde que se pusieron en marcha en 2006, y en esta edición cuentan con un total de 1.700 efectivos.
Las maniobras incluyen la simulación de la defensa y recaptura de islas remotas empleando vehículos anfibios y aeronaves Osprey, y se prolongarán hasta el próximo 12 de marzo, según informó el Ministerio nipón de Defensa.
Entre los puntos donde se llevarán a cabo se encuentra la isla principal de Okinawa o Tokunoshima y Kikaijima, que forman parte de la cadena de islas del sudoeste del archipiélago nipón que compone la primera línea defensiva del país en potenciales conflictos.
Estas islas son próximas a Taiwán y a las Senkaku, unos islotes deshabitados administrados por Tokio pero reclamados por Pekín, que los denomina Diaoyu.
Las frecuentes actividades de navíos chinos en aguas próximas a estas islas son un motivo de preocupación creciente para Japón y de habituales protestas diplomáticas ante el país vecino.
Las relaciones entre Tokio y Beijing se han enfriado en los últimos años por las disputas territoriales, y Japón ha calificado al gigante asiático como un “desafío sin precedentes” por su auge militar en la región y su acercamiento a Rusia.
(Con información de AP y EFE)
Seguir leyendo: