El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, describió este jueves a Taiwán como un “faro de la democracia en la región” y calificó a Taipéi y Asunción como “socios y aliados estratégicos para un mundo pacífico y sostenible” tras ser agasajado con honores militares por su homóloga taiwanesa, Tsai Ing-wen.
Abdo Benítez, que llegó el martes a Taiwán para una visita oficial de cuatro días, expresó su “orgullo de que Taiwán y Paraguay sigan fortaleciendo sus vínculos día a día mediante intercambios culturales y comerciales” y agradeció la “asistencia técnica” de Taipéi en “áreas esenciales para el desarrollo del pueblo paraguayo como la sanidad o la educación”.
Paraguay es uno de los 14 países que reconoce oficialmente el gobierno de Taipéi frente a Beijing, que considera Taiwán como parte del territorio chino. Pero los vínculos diplomáticos entre Taiwán y Paraguay, de hace décadas, podrían romperse si gana el candidato opositor Efraín Alegre, que dijo que cambiaría las relaciones con la isla si ganaba las elecciones de abril.
El mandatario sudamericano recordó que la isla “tendió la mano a Paraguay en momentos difíciles” y proporcionó “ayuda humanitaria clave” durante la pandemia a su país, el único en Sudamérica que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán en lugar de con China.
“Nuestros países defienden principios como el respeto a la autodeterminación de los pueblos y a la integridad territorial, la democracia y las libertades fundamentales”, indicó Abdo Benítez, que subrayó que Asunción “siempre ha apoyado la participación de Taiwán en las Naciones Unidas según el principio de universalidad recogido en su carta fundacional”.
El presidente transmitió su “genuina admiración” por el pueblo taiwanés, del que aseguró que “nunca desiste en defender su independencia y soberanía frente las amenazas y tensiones” y agregó que Taiwán es un “socio valioso con mucho que aportar a la comunidad internacional”.
El viaje de Abdo Benítez se produce apenas dos meses antes de unas elecciones en las que el candidato de la coalición opositora valora cortar lazos con Taipéi para establecerlos con Beijing.
Por su parte, la presidenta taiwanesa resaltó la “sostenida profundización de los lazos diplomáticos” entre Asunción y Taipéi y los “logros fruto de su cooperación mutua”.
Tsai, que ha visitado dos veces Paraguay durante su mandato, recordó que los dos países “encararon juntos los desafíos de la pandemia” y expresó su esperanza de que Taiwán y Paraguay “sigan fomentando juntos el desarrollo y la prosperidad económica después de la pandemia”.
En la comitiva que acompaña al presidente paraguayo figuran otros altos funcionarios como el canciller, Julio César Arriola, o el ministro de Industria y Comercio, Luis Castiglioni.
Es la segunda vez que el presidente sudamericano visita el territorio, ya que en 2017 estuvo presente en la celebración del día nacional de Taiwán.
América Latina ha sido una región clave en la batalla diplomática entre China y Taiwán, desde que se separaron en 1949 tras la guerra civil.
Durante décadas, China ha intentando convencer a varios aliados diplomáticos de Taipéi para que dejaran de lado a la isla. En los últimos años, ocho países cambiaron de posición y se decantaron por Beijing, el último de ellos Nicaragua.
En 2021, Taiwán acusó a Pekín de intentar atraer a Paraguay para que cambiara su reconocimiento diplomático a cambio de vacunas contra el coronavirus. En aquel momento, el jefe de la diplomacia taiwanés Joseph Wu dijo que la “diplomacia de las vacunas” había sido una gran presión para el gobierno de Abdo Benítez, máxime con una oposición política “muy dispuesta a vincularse con China”.
Taiwán se gobierna de forma autónoma bajo el nombre oficial de República de China desde 1949, cuando los nacionalistas del KMT se replegaron allí tras perder la guerra civil china contra los comunistas, por lo que Beijing sigue considerándola una provincia rebelde y reclama su soberanía.
(Con información de EFE y AFP)
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