Un guardia de seguridad británico que trabajaba en la embajada del Reino Unido en Berlín será condenado por espirar para Rusia después de caer en una elaborada trampa que permitió su detención, explicó el lunes la fiscalía.
David Ballantyne Smith, de 58 años, admitió ocho cargos vinculados al espionaje y será sentenciado el viernes por el tribunal penal de Londres.
Smith, que trabajó durante cinco años en la embajada británica en Alemania, se declaró culpable en noviembre de violar la ley de secretos oficiales y según la fiscalía, que requiere una condena máxima de 14 años, lo hizo motivado por un intenso odio a su patria.
Los fiscales subrayaron el lunes que Smith envió una carta a un miembro del personal militar de la embajada rusa en Berlín con documentos que incluían nombres, direcciones y números de teléfono de los empleados de la legación británica.
Cuando las autoridades británicas y alemanas tuvieran conocimiento de la carta, orquestaron una trampa para intentar atraparlo con las manos en la masa.
Un agente británico se hizo pasar por un ciudadano ruso llamado Dmitri que quería transmitir información sensible a la embajada del Reino Unido. Smith filmó imágenes de él dentro de la legación y guardó información de una tarjeta de teléfono SIM en lugar de destruirla como se le había ordenado.
Otro contacto se hizo pasar por una agente del servicio de inteligencia militar ruso GRU llamada Irina y Smith acudió a una cita con ella en el centro de Berlín, poco después de la cual fue detenido.
Los fiscales afirman que el británico, casado con una ucraniana, estaba motivado por su odio al Reino Unido y a Alemania.
“El acusado expresó a otros empleados opiniones contrarias a Occidente y a la OTAN, y manifestó su apoyo a (el presidente ruso) Vladimir Putin”, aseguró la fiscalía.
Los abogados de Smith, que intervendrán el martes, deben defender que su deseo era causar vergüenza y no perjuicio al Reino Unido, que no fue pagado por sus actos y que padecía problemas de salud mental.
Detuvieron a dos espías rusos que fingían ser sudamericanos
En enero, dos personas que se hacían pasar por comerciantes de antigüedades con nacionalidad de países sudamericanos han sido detenidos en Eslovenia bajo la acusación de estar espiando para Rusia.
La fiscalía confirmó a la agencia de noticias STA que dos extranjeros fueron detenidos el 5 de diciembre en Liubliana bajo la sospecha de haber actuado como espías extranjeros y que la instrucción judicial está en curso, pero se negó a facilitar otros detalles.
“El tribunal ha ordenado una investigación penal que todavía se está llevando a cabo contra los dos sospechosos que fueron detenidos el 5 de diciembre”, declaró a la AFP la fiscal Katarina Bergant.
Los detenidos son miembros de la organización de inteligencia militar rusa GRU y tenían identidades falsas, afirmó el diario esloveno Delo. El periódico indicó que se hacían pasar por ciudadanos de países latinoamericanos, uno de ellos de Argentina.
Los dos habían registrado un negocio inmobiliario y de antigüedades, alquilando un local en Liubliana como tapadera, y aparentaban dedicarse al comercio de inmuebles y antigüedades.
Los medios eslovenos señalan que realizaban operaciones de espionaje no solo en Eslovenia, sino también en otros países.
De ser juzgados y considerados culpables, podrían ser condenados a ocho años de prisión.
Con información de AFP
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