La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este domingo que tiene convoys de ayuda humanitaria preparados para ser enviados a las áreas de Siria controlada por rebeldes mientras espera la apertura de nuevos pasos fronterizos para agilizar el envío de los mismos para las víctimas del terremoto más violento en la región desde hace 80 años.
Así lo ha afirmado en un comunicado el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, asegurando que están “preparados, listos para salir” a la espera de un permiso de Damasco para poder enviar la ayuda a través del único paso fronterizo abierto entre Turquía y las zonas de Siria bajo control rebelde.
“Estoy esperando para cruzar las líneas hacia el noroeste, donde nos han dicho que el impacto es aún peor”, afirmó en declaraciones a la prensa desde la capital siria.
Los últimos balances hablan de 33.179 fallecidos (3.574 en Siria y 29.605 en Turquía) por el sismo de magnitud 7,8 del pasado 6 de febrero.
Asimismo, el director general de la OMS ha detallado que el dictador sirio Bashar al Assad “está abierto” a la apertura de nuevos puntos de acceso trasfronterizos para emergencia. Estos pasos fronterizos adicionales estarían ubicados entre el noroeste de Siria y Turquía.
“Ya se ha entregado parte de la ayuda almacenada previamente, y los convoys empezaron a pasar de nuevo por el paso fronterizo el jueves, pero cada vez se pide más que se abran más pasos para acelerar la entrega de ayuda”, especificó.
En tanto, el director general de la OMS se ha congratulado de la decisión de Estados Unidos de relajar las sanciones contra Siria para permitir que las entidades bancarias lleven a cabo de manera inmediata transferencias a Siria, lo que facilita el envío de ayuda humanitaria al país de Medio Oriente.
Con todo, ha asegurado que la OMS se compromete a apoyar al pueblo sirio “ahora y en los días, semanas, meses y años venideros”, en un esfuerzo por responder “a este desastre y construir un sistema de salud más sólido para todos los sirios”.
Por otra parte, el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, lamentó este domingo las demoras en la llegada de ayuda humanitaria a Siria e insistió en que se necesita más apoyo para las millones de personas que perdieron sus casas en el terremoto. “Hasta ahora le hemos fallado a la gente del noroeste de Siria. Tienen derecho a sentirse abandonados, esperando una ayuda internacional que no ha llegado”, dijo Griffiths. “Mi deber y mi obligación es corregir este fracaso lo más rápido que podamos”, afirmó.
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, pidió por su parte dejar a un lado la política. “Estamos movilizando fondos e intentando decir a todo el mundo que deje a un lado la política”, declaró en Damasco. “Es el momento de unirse detrás de un esfuerzo común para apoyar al pueblo sirio”, añadió.
El sábado Griffiths había advertido que el saldo de víctimas todavía podía aumentar considerablemente. “Es realmente difícil estimar de forma muy precisa, porque tienes que llegar debajo de los escombros, pero estoy seguro de que se va a duplicar o más”, afirmó Griffiths. “Es aterrador”, agregó.
La zona afectada por el terremoto abarca más de 100.000 kilómetros cuadrados entre Siria y Turquía y alberga aproximadamente 10 millones de personas.
En Siria, inmersa en una guerra civil desde hace 12 años, el sismo golpeó zonas gubernamentales pero también otras en manos de la oposición. Y la asistencia se ve dificultada por el hecho de que varios aeropuertos se han tenido que cerrar al tráfico por estar gravemente dañados.
Con información de AFP, EFE y EuropaPress
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