Los servicios de emergencia de Turquía han logrado sacar con vida a una mujer de 70 años y a otra de 55 cerca de 122 horas después de haber quedado sepultadas bajo los escombros de dos edificios destruidos en las ciudades de Kahramanmaras y Diyarbakir, todo ello tras los terremotos registrados el lunes en el sur del país, cerca de la frontera con Siria.
Tras un intenso esfuerzo de los equipos de búsqueda turcos en la ciudad de Kahramanmaras, Violet Tabak, de 70 años, ha sido rescatada de entre las ruinas de un edificio ubicado en el distrito de Onikisubat tras 112 horas atrapada, para luego ser traslada a un hospital para recibir atención médica, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
A esa misma hora pero 400 kilómetros al este, en la ciudad Diyarbakir, una mujer de 55 años estaba siendo sacada de debajo de los escombros del edificio destruido en el que había pasado más de cinco días encerrada.
Los trabajos de rescate llevados a cabo durante horas por la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) y otros servicios de emergencia turcos en el distrito de Yenisehir les ha llevado a rescatar a Masallah Çiçek, que presentaba multitud de heridas y ha sido llevada a un centro médico.
En la sexta jornada desde los terremotos, los servicios de emergencia continúan buscando personas vivas que rescatar, una tarea que se hace más difícil conforme cada hora que pasa, puesto que el tiempo estándar que un ser humano puede permanecer sin la ingesta de agua o comida en desastres como este es de 72 horas.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha indicado que cerca de 160.000 miembros de los equipos de búsqueda y rescate --entre los que se encuentran equipos internacionales y ONG-- trabajan en las zonas afectadas. Hasta la región se han enviado grandes cantidades de equipamiento de rescate, comidas, bienes de primera necesidad y grupos de ayuda psicosocial.
El terremoto ha causado más de 24.000 muertos en Turquía y casi 3.500 entre las cifras que ofrecen las autoridades sanitarias del Gobierno de Bashar al Assad y las de los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo (noroeste), según diversos balances publicados durante las últimas horas.
El frío en la zona dificulta los rescates y redobla el castigo sobre una población desesperada. Según la ONU, al menos 870.000 personas precisan urgentemente comida y, solo en Siria, 5,3 millones de personas se quedaron sin casa.
“Cuando veo los edificios destruidos, los cadáveres, no es que no pueda ver dónde estaré en dos o tres años, es que no puedo imaginar dónde estaré mañana”, dijo con los ojos llenos de lágrimas Fidan Turan, una pensionada de la ciudad turca de Antakya.
“Hemos perdido 60 miembros de nuestra familia”, explicó. “¡Sesenta! ¿Qué puedo decir? Es la voluntad de Dios”, agregó.
El Programa Mundial de Alimentos pidió 77 millones de dólares para aportar raciones de comida a al menos 590.000 personas desplazadas a causa del terremoto en Turquía y 284.000 en Siria.
Acceso humanitario
La oficina de Derechos Humanos de la ONU urgió este viernes a todas las partes en la zona afectada, donde operan militantes kurdos y rebeldes sirios, a permitir el acceso humanitario.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado grupo terrorista por Ankara y sus aliados occidentales, anunció que suspendía su lucha armada para contribuir a los trabajos de recuperación.
Y en Siria, el gobierno anunció que autorizará el suministro de ayuda internacional a las zonas controladas por los rebeldes en el noroeste del país, castigado por el sismo.
(Con información de Europa Press)
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