Las infraestructuras ucranianas sufrieron este viernes uno de los mayores ataques hasta la fecha con misiles rusos, de los cuales dos atravesaron espacio aéreo de Moldavia y de Rumania, según Kiev, una información que el primero de estos países confirma y el segundo desmiente.
Dos misiles de crucero Kalibr atravesaron la frontera entre Ucrania y Moldavia a las 10:18 hora local y entraron en el espacio aéreo de Rumania, integrante de la OAN, a las 10:33 horas, antes de regresar a Ucrania, afirmó el comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, Valerii Zaluzhnyi.
El portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yuriy Ignat, subrayó en una comparecencia que no se trata de la primera vez que los misiles rusos sobrevuelan otros países y que en el caso de Moldavia ya ha ocurrido “al menos en tres ocasiones”.
No obstante, señaló que es la primera vez que misiles rusos, lanzados en este caso desde buques de guerra en el mar Negro, han violado espacio aéreo rumano.
Ignat sugirió que estos lanzamientos, junto con los misiles rusos que han bordeado la frontera de Polonia desde el norte, podrían ser una “provocación” deliberada por parte de Moscú.
“Esperan que las defensas aéreas ucranianas funcionen y defiendan a nuestra gente y infraestructuras esenciales, lo que puede llevar a que los fragmentos caigan en el territorio de otro país, creando una amenaza”, explicó.
Los restos de un misil causaron la muerte de dos ciudadanos polacos el pasado 15 de noviembre, durante otra oleada de ataques rusos contra la infraestructura civil ucraniana y previamente se han encontrado fragmentos de misiles en Moldavia.
En este caso, la defensa aérea ucraniana no disparó contra los misiles que viajaban hacia territorio ucraniano a través de espacio aéreo extranjero para evitar víctimas entre la población local.
El Ministerio de Defensa de Moldavia confirmó este viernes que un misil ruso pasó por encima de la localidad de Mokra, en la región de Transnistria y sobre Kosoutsi, en el distrito de Sorok, y el Gobierno en Chisinau ha convocado al embajador ruso para subrayar lo inadmisible de los hechos.
Por el contrario, el Ministerio de Defensa de Rumania informó de que había sido divisado un objetivo aéreo, “muy probablemente” un misil, pero aseguró que no había llegado a penetrar en su espacio aéreo, sino que había pasado a 35 kilómetros de la frontera.
Según Ignat, la radiolocalización y otros datos que permiten el rastreo de misiles confirmarán finalmente que uno o dos misiles sobrevolaron territorio rumano.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, calificó los misiles de “desafío a la OTAN y a la seguridad colectiva”.
“Esto es terrorismo que puede y debe ser detenido. El mundo debe detenerlo”, dijo en una breve alocución en la que también dio las gracias a quienes contribuyen a proteger a Ucrania y a las fuerzas de defensa aérea del país.
En total, 61 de los 71 misiles de larga distancia lanzados por los rusos fueron derribados el viernes, según informó Kiev. La infraestructura energética sufrió daños en seis regiones y en las provincias de Zaporizhzhia (sur), Kharkiv (norte) y Jmelnytsyi (oeste) fue necesario introducir cortes de emergencia en el suministro eléctrico.
La oleada de misiles se vio precedida por ataques contra objetivos de todo el país con drones kamikaze de fabricación iraní y misiles S-300, de los que 35 fueron disparados contra Zaporizhzhia y Kharkiv en lo que las autoridades de esta última ciudad calificaron del mayor ataque desde el inicio de la invasión.
Aunque cinco drones fueron derribados, las defensas aéreas ucranianas no son capaces de abatir misiles con una trayectoria balística, como los S-300 o los S-400 que Rusia suele emplear para atacar las ciudades del frente.
Las alarmas antiaéreas fueron activadas tres veces a lo largo de la jornada por todo el país y el ataque con misiles fue seguido por la potencial amenaza de cazas rusos MiG-31K, divisados en Bielorrusia y con la capacidad de transportar misiles hipersónicos “Kinzhal”.
(Por Rostyslav Averchuk - EFE)
Seguir leyendo: