Las pérdidas por el terremoto en Turquía y Siria podrían llegar a 4.000 millones de dólares

La agencia de calificación financiera Fitch explicó que los montos asegurados son mucho más bajos “debido a la baja cobertura de seguros en las regiones afectadas”

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Un edificio colapsado en Pazarcik,
Un edificio colapsado en Pazarcik, Turquía (REUTERS/Suhaib Salem)

Las pérdidas económicas vinculadas al terremoto que golpeó Turquía y Siria podrían superar los 2.000 millones de dólares y llegar hasta los 4.000 millones o más, afirmó este jueves la agencia de calificación financiera Fitch.

Los dos países tendrán que enfrenarse a “la tragedia humana” pero también a “pérdidas económicas difíciles de estimar, porque la situación está cambiando”, subrayó Fitch en un comunicado.

“Deberían superar los 2.000 millones de dólares y podrían llegar a 4.000 millones o más”, dijo la agencia calificadora.

Sin embargo, los montos asegurados son mucho más bajos “debido a la baja cobertura de seguros en las regiones afectadas”, explica Fitch.

17.500 muertos

El terremoto que sacudió este lunes Turquía y Siria y devastó regiones enteras. Este jueves, a cuatro días del sismo, la esperanza de encontrar más supervivientes se desvanecía.

Los equipos de rescate continúan la búsqueda de miles de personas que se sospechan atrapadas entre los escombros, pero el optimismo mengua ante las gélidas temperaturas y la superación del plazo de 72 horas que se considera crucial para salvar vidas.

La gente se sienta alrededor
La gente se sienta alrededor de un fuego junto a los escombros y los daños cerca del sitio de un edificio derrumbado en Kahramanmaras, Turquía (REUTERS/Suhaib Salem)

El balance de muertos no deja de crecer. Los últimos balances lo sitúan en 17.513 fallecidos, 14.351 de ellos en Turquía y 3.162 en Siria.

El terremoto de magnitud 7,8 ocurrió en la madrugada del lunes, mientras mucha gente todavía dormía en esta región donde muchos ya sufrieron la pérdida y el desplazamiento debido a la guerra civil de Siria.

Hasta este jueves, el noroeste de Siria, controlado por los rebeldes, no recibió su primer convoy de ayuda internacional a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, el único autorizado para estos envíos desde Turquía.

Aunque era un paquete de asistencia previsto desde antes del sismo, “podría considerarse una respuesta inicial de Naciones Unidas y debería continuar, como nos prometieron, con convoyes más grandes para ayudar a nuestra gente”, dijo Mazen Alloush, responsable del paso fronterizo.

Al otro lado de la frontera, el descontento crece ante la reacción de las autoridades al terremoto que, según admitió el miércoles el mismo presidente Recep Tayyip Erdogan, tuvo “deficiencias”.

Numerosos supervivientes tuvieron que buscar por sí mismos comida y refugio. Sin equipos de rescate en varias zonas, algunos contemplaron impotentes cómo sus familiares atrapados pedían ayuda hasta que sus voces se apagaban.

Murad Muhiddin lleva el cuerpo
Murad Muhiddin lleva el cuerpo de su hijo de 2 años, Vail, víctima de un edificio derrumbado en la provincia de Hatay, Turquía (REUTERS/Umit Bektas)

En Bruselas, la Unión Europea prepara una conferencia de donantes en marzo para movilizar ayuda internacional para Siria y Turquía.

“Nadie debe quedarse solo cuando una tragedia como esta golpea a un pueblo”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La cuestión de la ayuda es espinosa en Siria, castigada por la guerra civil, con zonas del país bajo control rebelde y una dictadura enemistada con Occidente.

La Unión Europea envió rápidamente equipos de rescate a Turquía, que también recibió ayuda de Estados Unidos, China o los países del Golfo, pero inicialmente ofreció una asistencia mínima a Siria por las sanciones contra Damasco.

Destrucción en Aleppo, una ciudad
Destrucción en Aleppo, una ciudad ya devastada por la guerra (REUTERS/Firas Makdesi)

El miércoles, sin embargo, el régimen de Bashar al Assad solicitó formalmente ayuda a Bruselas y la Comisión Europea instó a los Veintisiete a “responder favorablemente”, aunque vigilando que la ayuda “no sea desviada”.

El enviado especial de la ONU para Siria pidió el jueves no politizar la ayuda humanitaria. “Tenemos que hacer todo lo posible para asegurar que no hay ningún obstáculo a la ayuda vital que es necesaria en Siria”, dijo Geir Pedersen.

En una región de recurrente actividad sísmica, el terremoto del lunes es el más fuerte en Turquía desde 1939, cuando una sacudida mató a 33.000 personas en la provincia oriental de Erzincan.

En 1999, otro sismo de magnitud 7,4 causó más de 17.000 muertes.

(Con información de AFP)

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