Quiénes son los Cascos Blancos, los heroicos socorristas de la guerra en Siria que están al frente del rescate tras el terremoto

El grupo se formó hace una década para salvar las vidas de civiles durante el conflicto. Ahora, lideran los esfuerzos en busca de sobrevivientes o cuerpos sepultados bajo los escombros en las zonas controladas por los rebeldes

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Los voluntarios han liberado a niños y familias atrapadas bajo los escombros en escenas que recuerdan a las operaciones en el punto álgido de la guerra de Siria

Los Cascos Blancos, que lideran los esfuerzos para rescatar a las personas sepultadas bajo los escombros en las zonas controladas por los rebeldes en Siria afectadas por el terremoto, pidieron el miércoles ayuda internacional en su “carrera contra el tiempo”.

El grupo, conocido oficialmente como Defensa Civil Siria, se formó hace una década para salvar las vidas de civiles durante la guerra civil siria. Ha desplegado a todos sus voluntarios en las zonas del noroeste de Siria en respuesta al terremoto de magnitud 7,8 del lunes, cuyo epicentro se situó al otro lado de la frontera, en el suroeste de Turquía.

Aisladas de las zonas de Siria controladas por el régimen de Bashar al Assad y desatendidas por los equipos de primera intervención turcos, preocupados por la catástrofe en su lado de la frontera, las zonas rebeldes de Siria más afectadas han dependido casi por completo de los Cascos Blancos para las operaciones de búsqueda y rescate.

Utilizando el mismo equipo y las mismas técnicas perfeccionadas en el transcurso del conflicto, perforaron y cavaron su camino a través de montones de hormigón para llegar a los supervivientes cubiertos de polvo.

El seísmo arrasó por completo más de 400 edificios en el noroeste de Siria y destruyó gravemente otros 1.300.

Desde el lunes, los voluntarios han liberado a familias atrapadas bajo los escombros en escenas que recuerdan a las operaciones en el punto álgido de la guerra de Siria. También realizaron varios de los rescates de niños atrapados bajo los escombros que conmovieron al mundo.

“Poder sacar a los supervivientes les produce una alegría y una emoción indescriptibles”, declaró una voluntaria.

Utilizando el mismo equipo y las mismas técnicas perfeccionadas en el transcurso del conflicto, perforaron y cavaron su camino a través de montones de hormigón para llegar a los supervivientes cubiertos de polvo.

Un vídeo que se hizo viral en las redes sociales mostraba a una gran multitud prorrumpiendo en vítores cuando los rescatistas de los Cascos Blancos, entre los que había mujeres con velos en la cara, salvaban a dos niños pequeños de debajo de un bloque de apartamentos arrasado en la provincia de Idlib.

El grupo necesita maquinaria pesada, piezas de repuesto para las que ya tienen y equipos

Cientos de personas han sido rescatadas, según el Twitter del grupo.

Fatima Obeid, voluntaria de los Cascos Blancos, dijo que los equipos estaban ocupados trabajando a pesar del agotamiento.

“Poder sacar a los supervivientes les produce una alegría y una emoción indescriptibles”, declaró a la AFP desde Sarmada, en Idlib.

El grupo realizó varios de los rescates de niños atrapados bajo los escombros que conmovieron al mundo.

Carrera contrarreloj

El grupo pidió este miércoles ayuda internacional.

“Los equipos internacionales de rescate deben venir a nuestra región”, declaró Mohammed Shibli, portavoz del grupo.

“La gente muere cada segundo; estamos en una carrera contrarreloj”, declaró a la AFP desde la vecina Turquía. “Pedimos a la comunidad internacional que asuma sus responsabilidades con las víctimas”.

Un niño rescatado en Bisnia, Siria (Cascos Blancos/REUTERS)
Un niño rescatado en Bisnia, Siria (Cascos Blancos/REUTERS)

El terremoto del lunes devastó sectores enteros de las principales ciudades de Turquía y Siria, matando a más de 11.200 personas, hiriendo a miles más y dejando a muchas más sin refugio en el frío invierno.

Sólo en Siria han muerto al menos 2.662 personas, según el régimen de Al Assad y los equipos de rescate.

Los voluntarios que tenían diferentes ocupaciones antes de que la brutal represión de las protestas antigubernamentales en 2011 desembocara en una guerra civil en toda regla. En sus vidas anteriores, fueron panaderos, decoradores o incluso estudiantes.

Shibli dijo que era “imposible” para el grupo responder a la calamidad a gran escala solo en el noroeste controlado por los rebeldes, donde viven más de cuatro millones de personas.

“Ni siquiera los Estados pueden hacerlo”, dijo, y añadió que los voluntarios del grupo no han tenido tiempo de llegar a todos los lugares afectados por la catástrofe. “Después de 56 horas de trabajo continuo... cientos de familias siguen desaparecidas o atrapadas bajo los escombros”, dijo Shibli.

“Las posibilidades de supervivencia de la gente están disminuyendo” en el frío cortante, agregó.

El grupo necesita maquinaria pesada, piezas de repuesto para las que ya tienen y equipos, “pero ¿cuándo los conseguiremos?”, se preguntó Shibli.

Un hombre rescatado en Bisnia, Siria. Cientos de personas han sido rescatadas, según el Twitter del grupo. (Cascos Blancos/Reuters)
Un hombre rescatado en Bisnia, Siria. Cientos de personas han sido rescatadas, según el Twitter del grupo. (Cascos Blancos/Reuters)

Los hospitales de la región también estaban a pleno rendimiento, dijo.

“Los hospitales están paralizados, especialmente los departamentos de cirugía”, dijo Shibli, añadiendo que algunos habían cerrado sus morgues.

Rescate De Niños En Siria

Miles de voluntarios

El grupo surgió en 2013, a los dos años de la guerra siria que comenzó con una brutal represión de las protestas pacíficas contra el régimen de Al Assad, y opera en las maltrechas zonas del país controladas por los rebeldes.

Denominado oficialmente Defensa Civil Siria, no fue hasta el año siguiente cuando adoptó su forma actual y comenzó a ser conocido como los “Cascos Blancos” por los distintivos cascos que llevan sus miembros.

Está formada en su totalidad por voluntarios que tenían diferentes ocupaciones antes de que la brutal represión de las protestas antigubernamentales en 2011 desembocara en una guerra civil en toda regla. En sus vidas anteriores, fueron panaderos, decoradores o incluso estudiantes.

Los Cascos Blancos buscan supervivientes de un bombardeo del régimen de Al Assad en Deir Sharqi, en la provincia de Idlib, en agosto de 2019. (Photo by Abdullah Hammam / AFP)
Los Cascos Blancos buscan supervivientes de un bombardeo del régimen de Al Assad en Deir Sharqi, en la provincia de Idlib, en agosto de 2019. (Photo by Abdullah Hammam / AFP)

La gran mayoría de los 3.300 voluntarios del grupo son hombres, pero también hay mujeres. 1.600 de ellos están dedicados a operaciones de búsqueda y rescate.

Más de 300 miembros han muerto en la guerra, cuatro de ellos en el último terremoto, según Shibli.

Salvar a toda la humanidad

Algunos miembros de los Cascos Blancos han recibido formación en el extranjero y regresan para instruir a sus colegas en técnicas de búsqueda y rescate.

El grupo ha recibido financiación de varios gobiernos, entre ellos Gran Bretaña, Dinamarca, Alemania, Japón, Países Bajos y Estados Unidos.

Los Cascos Blancos cargando la víctima de un bombardeo. El grupo surgió en 2013, a los dos años de la guerra siria que comenzó con una brutal represión de las protestas pacíficas contra el régimen de Al Assad, y opera en las maltrechas zonas del país controladas por los rebeldes. (Abdulaziz KETAZ / AFP)
Los Cascos Blancos cargando la víctima de un bombardeo. El grupo surgió en 2013, a los dos años de la guerra siria que comenzó con una brutal represión de las protestas pacíficas contra el régimen de Al Assad, y opera en las maltrechas zonas del país controladas por los rebeldes. (Abdulaziz KETAZ / AFP)

Pero también solicita donaciones individuales para comprar equipos, incluidos sus característicos cascos, que cuestan unos 145 dólares (124 euros) cada uno.

Desde 2013, ha rescatado a miles de civiles atrapados bajo los escombros tras ataques aéreos o atrapados en combates en distintos frentes de la guerra.

El lema del grupo - “Salvar una vida es salvar a toda la humanidad”- está tomado de un versículo del Corán, aunque los Cascos Blancos insisten en que ayudan a todas las víctimas, independientemente de su religión.

Nobel y Oscar

Los voluntarios han sido aclamados como “héroes de la vida real” centrados únicamente en salvar vidas.

Fueron nominados al Premio Nobel de la Paz en 2016, pero finalmente no lo ganaron.

Un corto documental sobre ellos ganó un Óscar para Netflix en 2017, lo que contribuyó a darles mayor renombre internacional, mientras que una segunda película centrada en el grupo, “Last Men in Aleppo”, fue nominada a los Oscar 2018.

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