Tres países europeos anunciaron este martes el envío “en los próximos meses” de un centenar de tanques pesados Leopard 1 a Ucrania para repeler la ofensiva de las tropas rusas, que aseguraron que avance en el este es un “éxito”.
El anuncio coincidió con la visita sorpresa a Kiev del nuevo ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, y mientras los líderes ucranianos siguen reclamando a sus aliados occidentales acelerar el envío de los tanques prometidos.
“Al menos 100 tanques Leopard 1 A5″ serán entregados “en los próximos meses”, indicaron los ministros de defensa de Alemania, Holanda y Dinamarca en un comunicado conjunto.
Estos Leopard 1, más antiguos que los Leopard 2, de los que Alemania también prometió 14 ejemplares a Ucrania, serán reacondicionados.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, publicó en Twitter una foto sonriente junto a Pistorius sosteniendo un tanque en miniatura y dando las gracias a Alemania.
Sin embargo, el calendario para las entregas occidentales sigue sin estar claro, justo cuando Ucrania teme un nuevo ataque ruso a gran escala.
Rusia aseguró el martes que su ofensiva en el este de Ucrania avanza “con éxito”. Desde enero, su ejército, apoyado por los paramilitares del grupo Wagner y reforzado por cientos de miles de civiles movilizados, ha vuelto a la ofensiva, en particular en el Donbás, la región del este de la que Moscú reclama la anexión.
“Actualmente, los combates evolucionan con éxito en las zonas” de Bajmut y Vugledar, afirmó el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu en un comunicado publicado tras una reunión con altos mandos del ejército y del ministerio.
El ministro ruso citó las recientes conquistas de siete localidades, entre ellas Soledar, municipio vecino de Bajmut que las fuerzas ucranianas cedieron en enero.
Shoigu también advirtió que un incremento de la ayuda occidental a Kiev puede conducir a un nivel “imprevisible” de escalada del conflicto.
Los expertos coinciden en que Rusia prepara una ofensiva de gran envergadura para finales del invierno o inicios de la primavera, con el objetivo al menos de conquistar la totalidad del Donbás, que actualmente está ocupada parcialmente por las fuerzas de Moscú.
Cerca de Bajmut, la artillería continuó bombardeando posiciones rusas el martes, según reporteros de la agencia de noticias AFP que escucharon detonaciones frecuentes.
La caída de Bajmut, escenario durante varios meses de combates mortíferos, abriría el camino a una ofensiva rusa hacia Kramatorsk, la principal ciudad del Donbás bajo control ucraniano.
Unos 150 kilómetros más al sur, las fuerzas rusas siguen la ofensiva en Vugledar, cerca de un cruce ferroviario que conecta con el este y con el sur ocupado.
En el norte de Donbás, los rusos también presionan a su adversario, en un área reconquistada por Kiev en septiembre.
Sergey Solomon, un trabajador de la construcción ucraniano de 31 años convertido en soldado, confirma que las fuerzas ucranianas corren el riesgo de ser superadas en armamento por las de Moscú.
“Los rusos tienen tanques, transportes blindados de personal, Grad [cohetes], todo lo que puedas imaginar”, dice. “Tenemos equipo, pero no mucha munición”, aseguró.
Ante la insistencia del gobierno ucraniano y después de haber postergado la decisión durante mucho tiempo por temor a provocar una escalada, estadounidenses y europeos decidieron recientemente enviar decenas de tanques pesados para que Ucrania pueda hacer frente a la ofensiva rusa.
Sin embargo, su número se mantiene por debajo de las expectativas de Kiev. Y los occidentales continúan negándose a entregar aviones de combate.
Estados Unidos, por otro lado, prometió las armas con un alcance de hasta 150 km, que Ucrania exige para poder atacar los depósitos de municiones rusos y las líneas de suministro alejadas del frente.
(Con información de AFP)
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