Uno de los principales opositores de Irán, Mir Hosein Musavi, pidió un “cambio fundamental” en el sistema político del país, que se enfrenta a una “crisis de legitimidad” con el movimiento de protesta por la muerte de Mahsa Amini.
“Irán y los iraníes necesitan y están preparados para un cambio fundamental, cuyas líneas maestras están siendo trazadas por el movimiento puro Mujeres-Vida-Libertad”, dijo Musavi en una declaración en su sitio web y recogida por los medios locales el domingo.
Se trata de una referencia al eslogan coreado durante las manifestaciones desencadenadas por la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini.
Esta joven kurda iraní de 22 años murió tras ser detenida por la policía de moralidad, que la acusaba de infringir el estricto código de vestimenta de la República Islámica.
Musavi, de 80 años, lleva 12 en arresto domiciliario en Teherán junto a su esposa Zahra Rahnavard pero no han sido acusados.
Según el opositor, este movimiento de protesta se ha producido en un contexto de “crisis interdependientes”, que incluyen la crisis “económica, medioambiental, social, de legitimidad, cultural y mediática”.
Mir Hosein Musavi propone que se celebre un “referéndum libre y justo sobre la necesidad o no de redactar una nueva Constitución”, porque la actual “estructura” del sistema es “insostenible”.
Musavi, candidato perdedor en las elecciones presidenciales de 2009, encabezó la protesta contra la reelección del actual presidente Mahmud Ahmadineyad, denunciando un fraude masivo.
Represión en Irán
Por otra parte, las fuerzas represoras de Irán han estado apuntando sistemáticamente a los ojos de los manifestantes en su afán de extinguir las protestas que se han extendido por el país desde septiembre, así lo denunció la ONG defensora de los derechos humanos Iran Human Rights.
La organización, con sede en Noruega, dijo que los datos iniciales indicaban que las mujeres jóvenes estaban desproporcionadamente representadas entre las personas que habían sufrido este tipo de ataques.
A principios de esta semana, un periódico de Teherán le preguntó a un alto mando policial si las fuerzas de seguridad habían tenido como objetivo los ojos y otras áreas sensibles. Sin embargo, el funcionario insistió en la “buena conducta” de sus agentes.
Iran Human Rights denunció que los manifestantes habían recibido disparos en la cabeza y en la cara, provocando que muchos, incluido un número significativo de mujeres jóvenes, quedaran ciegos.
Indicó que este “acto inhumano e ilegal” fue llevado a cabo de forma sistemática para aplastar las protestas.
La ONG aseguró, además, que ya hay documentados 22 casos de personas que quedaron ciegas de un ojo como resultado de la brutal represión de las fuerzas de seguridad del régimen. Nueve de los casos corresponden a mujeres.
La persona herida más joven, identificada como Bonita Kiani Falavarjani, de solo seis años, oriunda de la ciudad de Isfahan, recibió un disparo mientras estaba de pie en el balcón de la casa de su abuelo, indicó IHR.
Uno de los casos más dramáticos documentados por la organización es el de Kosar Khoshnoudikia, miembro del equipo nacional de tiro con arco de Irán, que quedó ciego de un ojo tras una ola de protestas el pasado mes de diciembre en la ciudad de Kermanshah.
Según IHR, las fuerzas de seguridad mataron al menos a 488 personas durante la represión de las protestas que estallaron en septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, que había sido detenida por presuntamente violar el código de vestimenta femenino del país.
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