Las autoridades turcas detuvieron a un total de 15 sospechosos de formar parte de la organización terrorista Estado Islámico, en medio de las investigaciones por la planificación de atentados contra consulados europeos en Estambul, tras la alerta de la Embajada de Estados Unidos en Turquía por la quema del Corán.
Según información de la agencia turca DHA, 15 personas fueron detenidas después de que el grupo yihadista Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP) diera instrucciones para llevar a cabo acciones contra los consulados de Suecia y los Países Bajos en Estambul así como en lugares de culto de ciudadanos cristianos y judíos.
La presunta planificación de estos atentados tiene lugar a raíz de la quema del Corán frente a la Embajada de Turquía en Estocolmo el pasado mes de enero.
De acuerdo con la agencia de noticias turca, las autoridades pudieron probar hasta la vinculación de los detenidos con la organización terrorista pero no detectaron amenazas concretas contra consulados, iglesias o sinagogas.
El pasado 30 de enero, la Embajada estadounidense alertó de posibles ataques en represalia por la quema de ejemplares del Corán en varias ciudades europeas, todo ello en relación con las demandas de Ankara para permitir la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN.
Washington señaló como posibles objetivos de estos ataques iglesias, sinagogas y legaciones diplomáticas.
A principios de esta semana se produjo el cierre de algunos de los consulados europeos en Estambul por motivos de seguridad, entre ellos el de Francia, Suecia, Alemania, Países Bajos y Reino Unido.
Este incidente tiene lugar, además, en medio de las tensiones entre Suecia, Finlandia y Turquía por las negociaciones de adhesión a la OTAN.
Suecia y Finlandia son candidatas para ingresar en la OTAN, en el marco de la invasión rusa de Ucrania, pero para ello necesitan el consentimiento de Turquía.
Según el diario sueco The Local, Ankara afirma que su aprobación está condicionada a que Suecia tome medidas para extraditar a personas acusadas de terrorismo o de haber participado en el intento de golpe de Estado de 2016 contra el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan.
Turquía alega que el país nórdico no ha hecho suficiente para acabar con los grupos kurdos, considerados “terroristas” por Ankara.
El pasado 27 de enero, el Ejército estadounidense dio de baja a Bilal al Sudani, uno de los líderes del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Somalia, y a otras diez personas vinculadas con él, indicaron fuentes de la Casa Blanca.
La operación tuvo lugar por orden del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y se produjo “en una zona montañosa del norte del país”.
La amplia planificación de ese operativo desde hace varios meses y su precisa ejecución, según las fuentes oficiales, hicieron que no hubiera víctimas ni entre los civiles ni entre las fuerzas estadounidenses.
Al Sudani tenía “una larga historia como terrorista en Somalia”. Antes de unirse al autoproclamado Estado Islámico, el Departamento de Estado estadounidense lo tenía en la mira por su rol en el grupo yihadista Al Shabab.
Ayudó a combatientes extranjeros a viajar al campo de entrenamiento de Al Shabab y facilitó la financiación de extremistas en Somalia: “Tenía un papel operativo y financiero clave, con habilidades específicas que lo convirtieron en un objetivo importante para la acción antiterrorista estadounidense”, agregaron las fuentes relacionadas con la operación.
Se considera que estaba involucrado en la financiación de una red de afiliados del Estado Islámico en todo el mundo y, en particular, en lugares donde esta organización terrorista ha estado expandiendo su alcance en África.
El Ejército estadounidense se había preparado para la posibilidad de capturarlo, pero desde la Administración de Biden se apuntó que “la agresiva respuesta hostil” recibida resultó en su muerte.
(Con información de Europa Press y EFE)
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