Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos condenaron de forma conjunta el reciente hallazgo por parte del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la modificación en secreto de instalaciones nucleares en Irán para la producción de uranio altamente enriquecido y acusaron al régimen iraní de elevar el riesgo de proliferación nuclear.
Mediante un comunicado, los gobiernos de los cuatro países sostuvieron que el cambio “es incompatible” con las obligaciones de Irán en virtud al Tratado de No Proliferación Nuclear.
“Estas centrífugas producen uranio altamente enriquecido hasta en un 60 por ciento y están ubicadas en la planta de enriquecimiento de Fordo”, recordaron los países occidentales, afirmando que el desarrollo por parte de Irán “no tiene ninguna justificación civil creíble”.
En este sentido, Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos afirmaron que la falta de notificaciones socavan la capacidad del OIEA para mantener “la detección oportuna en las instalaciones nucleares de Irán”.
“El cambio recientemente informado en la configuración de las cascadas centrífugas utilizadas para producir uranio apto para armas cercanas subraya la necesidad de que Irán cumpla con todas sus obligaciones de presentación de informes de salvaguardias y acepte cualquier recomendación hecha por el OIEA que considere necesaria”, se lee en la misiva conjunta.
Las cuatro naciones expresaron que las acciones de Irán son “aún más preocupantes” ya que habría detenido la implementación de sus compromisos sobre transparencia y verificación bajo el acuerdo internacional sobre el programa nuclear firmado en 2015.
“Hacemos un llamado a Irán para que cumpla con todas sus obligaciones internacionales legalmente vinculantes en virtud de su Acuerdo de Salvaguardias Amplias con el OIEA y para que coopere plenamente con la Agencia en la aplicación de salvaguardias efectivas en Fordo”, indicaron.
El OIEA halló una instalación para la producción de uranio altamente enriquecido no anunciada en la planta nuclear de la aldea de Fordo, al sur de Teherán, donde las máquinas de enriquecimiento habían sido modificadas “significativamente” desde noviembre.
El director del OIEA ya había denunciado que Irán se acerca un nivel de enriquecimiento del 90 por ciento, necesario para producir armas nucleares, pese a que los miembros de régimen iraní llevan años insistiendo en que no quieren fabricar armas nucleares.
Por su parte, el régimen de Irán alegó un “error” de un inspector del OIEA, después de recibir un aviso por una modificación técnica no declarada en su programa nuclear.
“Un inspector de la agencia informó por descuido que Irán había aportado cambios al modo operativo en la planta de enriquecimiento (...) sin haberlo señalado antes”, declaró el portavoz de la entidad de la energía atómica iraní, Behruz Kamalvandi, citado por la agencia de noticias oficial Irna.
Teherán sí había dado las “explicaciones” a los expertos y “el inspector en cuestión se dio cuenta de su error”, aseguró.
“Tras la coordinación con el secretario de la agencia, la cuestión está resuelta”, aseguró Kamalvandi.
“Si el señor Grossi hizo esta declaración, creo que sus informaciones no fueron puestas al día”, insistió Kamalvandi. La agencia iraní ya había respondido a una carta del OIEA sobre este caso, añadió.
(Con información de Europa Press y AFP)
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