Estados Unidos advirtió a Turquía en los últimos días sobre la exportación a Rusia de productos químicos, microchips y otros bienes que pueden utilizarse en la guerra de Moscú en Ucrania, y podría tomar medidas para castigar a las empresas o bancos turcos que contravengan las sanciones.
Brian Nelson, máximo responsable de sanciones del Departamento del Tesoro estadounidense, visitó el jueves y el viernes a funcionarios turcos del gobierno y del sector privado para instar a una mayor cooperación en la interrupción del flujo de tales mercancías.
En un discurso ante banqueros, Nelson afirmó que el notable aumento de las exportaciones a Rusia durante un año deja a las entidades turcas “particularmente vulnerables a los riesgos de reputación y de sanciones”, o a la pérdida de acceso a los mercados del G7.
Deben “extremar las precauciones para evitar transacciones relacionadas con posibles transferencias de tecnología de doble uso que podría ser utilizada por el complejo militar-industrial ruso”, afirmó en una copia del discurso publicada por el Tesoro.
En las reuniones de Ankara y Estambul, Nelson y una delegación destacaron decenas de millones de dólares de exportaciones a Rusia que suscitaban preocupación, según un alto funcionario estadounidense que pidió mantenerse en el anonimato.
“No es ninguna sorpresa (...) que Rusia esté buscando de forma activa aprovechar los lazos económicos históricos que tiene en Turquía”, dijo el funcionario. “La cuestión es cuál va a ser la respuesta turca”.
Ankara, miembro de la OTAN, se opone por principio a las amplias sanciones impuestas a Rusia, pero afirma que no se eludirán en Turquía, instando a Occidente a que aporte pruebas.
Las naciones occidentales aplicaron los controles a la exportación y las sanciones tras la invasión de Moscú hace casi un año. Sin embargo, los canales de suministro han permanecido abiertos desde Hong Kong, Turquía y otros centros comerciales.
Citando los registros aduaneros rusos, Reuters informó en diciembre de que al menos 2.600 millones de dólares en componentes informáticos y electrónicos entraron en Rusia en los siete meses anteriores al 31 de octubre. Al menos 777 millones de estos productos fueron fabricados por empresas occidentales cuyos chips se han encontrado en sistemas de armamento rusos.
El jueves, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que el envío de tanques a Ucrania por parte de Occidente no solucionará la guerra y que solo “llenará los bolsillos” de los productores de armas.
Preguntado en una entrevista en el canal público turco TRT World, el mandatario de Turquía ha señalado que enviar tanques y armas “no soluciona el problema”, motivo por el que hizo un llamamiento a promover las conversaciones entre Ucrania y Rusia para llegar a “una paz duradera”.
Las palabras del mandatario turco tienen lugar semanas después de que Alemania accediera a permitir a terceros países que mandaran tanques Leopard 2 --de fabricación alemana-- a Ucrania, además de anunciar que enviaría 14 de estos carros de combate a Kiev. Tras la decisión de Alemania, Estados Unidos anunció el envío de sus tanques Abrams a Ucrania.
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