El papa Francisco llegó este viernes a Sudán del Sur, un país que figura entre los más pobres del planeta y está devastado por una guerra civil, para una visita en la que promoverá la paz y la reconciliación.
El pontífice llegó a las 14H45 (12H45 GMT) a la capital sursudanesa, Juba, donde permanecerá 48 horas.
Allí, pronunció su primer discurso ante las autoridades y el cuerpo diplomático en el que urgió a dar “un nuevo impulso” a la paz en el país. “El proceso de paz y reconciliación requiere un nuevo impulso”, comenzó Francisco y remarcó que el camino puede ser “tortuoso pero (...) ya no puede ser postergado”.
“Nos hemos embarcado en esta peregrinación ecuménica de paz después de haber escuchado el grito de todo un pueblo que, con dignidad, llora por la violencia que sufre, por la constante inseguridad, por la pobreza que lo golpea y por los desastres naturales que lo atormentan”, continuó el Sumo Pontífice.
Esta segunda y última etapa del peregrinaje africano del Papa en Sudán del Sur es, a su vez, la primera visita al país desde que la nación consiguió su independencia de Sudán en 2011. Posterior a ello, el país quedó sumido en una guerra civil que dejó 380.000 muertos y millones de desplazados entre 2013 y 2018. Desde entonces, se lamentó, “se han registrado enfrentamientos mientras que los procesos de reconciliación y las promesas de paz parecen incumplidas”.
Fue en este contexto, entonces, que Francisco se dirigió a las autoridades, quienes tienen la responsabilidad de “regenerar la vida social como fuentes límpidas de prosperidad y de paz porque esto es lo que necesitan los hijos de Sudán del Sur”.
“Las generaciones futuras honrarán o borrarán la memoria de sus nombres en base a cuánto hagan ustedes ahora”. “Basta ya de sangre derramada, basta de conflictos, basta de agresiones y acusaciones recíprocas sobre quien haya sido culpable, basta de dejar de lado al pueblo sediento de paz. Basta de la destrucción, es la hora de la construcción”, adviritó a continuación.
Por otro lado, se refirió a la improtancia de conseguir el desarrollo democrático en el país, luego de que se haya aplazado la convocatoria a las elecciones en varias ocasiones y a respetar y dar mayor lugar a las mujeres “porque quien comete violencia contra una mujer, la comete contra Dios”.
Antes de concluir su alocución, el Papa pidió accionar sobre las catástrofes naturales que asolan al país, como las fuertes inundaciones y “la deforestación causada por el afán de conseguir más ganancias”, y llamó a detener el tráfico de armas ya que “no hay ninguna necesidad de más instrumentos de muerte”.
El pontífice argentino está acompañado por los jefes de las iglesias de Inglaterra y Escocia -el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia de Escocia, el reverendo Iain Greenshields-, en una novedosa iniciativa ecuménica por la paz. Antes de aterrizar en Sudán, Francisco estuvo presente en un último acto en Kinshasa con los obispos de República Democrática de Congo.
Juntos representan el liderazgo religioso de esta nación abrumadoramente cristiana, que es la más joven del mundo tras independizarse de Sudán, de mayoría musulmana, en 2011. Pero el país se ha visto asediado por la guerra civil y los conflictos. Los líderes cristianos esperan lanzar un llamado conjunto a los dirigentes políticos para que dejen a un lado sus diferencias y trabajen por el bien de su pueblo.
Los continuos choques, incluyendo los que esta semana dejaron 27 muertos en el sur, han desplazado a alrededor de dos millones de personas y obstaculizaron la aplicación de un acuerdo de paz alcanzado en 2018. Pero los residentes señalaron que la primera visita papal de la historia a Sudán del Sur les daba esperanza.
“El papa nos traerá la paz”, dijo Monica Lado, de 40 años y de Yuba, en la víspera de la llegada de los tres religiosos.
Un grupo de unos 80 católicos de la ciudad de Rumbek, en el centro del país, que durante nueve días recorrieron a pie un estimado de 300 kilómetros, llegaron a Yuba entre vítores el jueves. Los peregrinos estaban doloridos, cansados y tenían ampollas, pero indicaron que esperaban asistir a la gran misa que oficiará el pontífice el domingo y llevar sus bendiciones de regreso a sus casas y familias.
“Como viene el papa, creo que lo que nos está matando se acabará”, manifestó una sonriente Victoria Yar, de 58 años, sentada en una silla de plástico para descansar luego del largo viaje.
Otra de las peregrinas del grupo, Mary Yom, una madre que perdió a dos de sus ocho hijos a causa de la violencia, apuntó que “nuestro país está siendo destruido por el conflicto y esperamos que el papa venga con la paz, y nadie vuelva a ser asesinado”.
Francisco y Welby anunciaron por primera vez sus planes de acudir a Sudán del Sur en 2017, pero los problemas de seguridad frustraron repetidamente el viaje. En un esfuerzo por hacer avanzar el proceso, Francisco presidió en 2019 una oración conjunta en el Vaticano y se puso de rodillas y besó los pies de los líderes sursudaneses rivales, rogándoles que alcanzasen la paz.
Pero los combates continúan, en una prueba de la violencia que reina en unas comunidades a veces dominadas por las armas y las tensiones étnicas en uno de los países más pobres del mundo. Al menos 27 personas perdieron la vida esta semana en Kajo-keji, en el estado de Equatoria Central, en el último episodio de violencia comunitaria entre pastores de ganado y otros residentes.
El Comité Internacional de la Cruz Roja reportó esta semana que el flujo de pacientes heridos se incrementó en los últimos meses por el repunte de los enfrentamientos en todo el país. “Vemos heridas terribles y a menudo el traslado aéreo es la única forma de salvarles la vida a pacientes en zonas remotas”, afirmó el jefe de la delegación del CICR en Yuba, Pierre Dorbes.
Durante su estancia en la capital, se espera que el pontífice repita su llamado a los líderes y los partidos del país para que se comprometan a avanzar en el acuerdo y a poner fin a las prácticas corruptas. Las demoras han obligado ya a aplazar las primeras elecciones presidenciales otros dos años.
Además, se espera que pida el final de los continuos enfrentamientos y de la terrible situación que atraviesan las mujeres en la nación.
(Con información de AFP y AP)
Seguir leyendo: