El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió este viernes a China que continúe relajando su política monetaria tras la revisión de sus perspectivas de crecimiento para el gigante asiático, que confirman la desaceleración a partir de 2024.
En una rueda de prensa, los responsables del organismo para la región detallaron que su previsión de crecimiento para el año que viene subió hasta un 5,2 % -lo mismo que la de 2022, hasta el 3 %-, impulsada principalmente por la recuperación del consumo privado tras la reapertura del país al dejar atrás las políticas de “cero covid”.
“Esta previsión de crecimiento está sujeta a una considerable incertidumbre”, avisó, sin embargo, el director adjunto del departamento de Asia-Pacífico del FMI, Thomas Helbling, en el encuentro.
Esta incertidumbre viene dada, principalmente, por la posibilidad de que haya futuras oleadas de infecciones de covid-19, y por la desaceleración inesperada del mercado inmobiliario en el país.
Además, apuntó Helbling, la reapertura china podría llevar a aumentar los riesgos de inflación, que continúan siendo bajos para la segunda economía del mundo.
Con todo, el organismo estima que el crecimiento de China en 2023 contribuirá en un cuarto al crecimiento mundial, y que tendrá un efecto especialmente positivo en países de la región como Tailandia o Filipinas, por el aumento del turismo.
A partir de 2024, sin embargo, los expertos prevén una desaceleración constante de la economía asiática, que crecerá por debajo del 3 % a partir de 2026.
UNA POLÍTICA FISCAL NEUTRA
A pesar de las buenas perspectivas para 2023, el organismo espera que China continúe en 2023 con una brecha de producción negativa -cuando el PIB real es menor al potencial-, por lo que animan a las autoridades del país a no tensar demasiado pronto las políticas macroeconómicas.
En este sentido, recomendaron mantener una política fiscal neutra centrada especialmente en los hogares, y continuar relajando la política monetaria, ya que las presiones inflacionarias son, de momento, muy bajas, y la economía china está operando por debajo de su potencial.
Los expertos se refirieron también a las restricciones a la compra de semiconductores impuestas por Estados Unidos para tratar de impedir que el gigante asiático pueda desarrollar proyectos de Inteligencia Artificial o de computación cuántica de última generación.
Helbling avisó sobre los riesgos de contribuir a una fragmentación geo-económica, que podría llevar a los países afectados a sufrir pérdidas considerables de su PIB.
“Debido a estos riesgos, hemos enfatizado que las grandes economías deberían trabajar juntas”, apuntó el investigador, enfatizando el peligro que supone para el mundo fragmentar las cadenas de suministros.
(Con información de EFE)
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