Ocho aerolíneas chinas publicaron recientemente estimaciones de sus resultados de 2022, en los que reflejaron unas pérdidas totales de alrededor de 142.000 millones de yuanes (21.000 millones de dólares) bajo el efecto de las restricciones contra la pandemia en el país asiático.
Las pérdidas de Air China ascendieron a aproximadamente 38.000 millones de yuanes (5.630 millones de dólares, 5.180 millones de euros), informó la aerolínea, que en 2021 perdió 16.640 millones de yuanes (2.460 millones de dólares, 2.270 millones de euros).
Por su parte, China Eastern Airlines calculó que en 2022 sufrió una merma de 37.000 millones de yuanes (5.500 millones de dólares, 5.000 millones de euros), después de haber perdido 17.000 millones de yuanes (2.500 millones de dólares, 2.300 millones de euros) en 2021.
Algunas aerolíneas mencionaron las limitaciones a la movilidad de la política de ‘COVID cero’ y en general a la pandemia como factores que afectaron a su actividad, informó en las últimas horas el rotativo oficial Beijing Daily.
Además, las empresas achacaron las pérdidas al aumento del precio del petróleo y las fluctuaciones en los tipos de cambio en 2022.
Por su parte, el grupo encargado de la gestión de los aeropuertos shanghaineses de Hongqiao y Pudong, Shanghai Airports, y las compañías encargadas del Aeropuerto Baiyun de Cantón y el Aeropuerto de Shenzhen esperan pérdidas totales de alrededor de 50.000 millones de yuanes (7.400 millones de dólares).
Recientemente, la Administración de la Aviación Civil de China expresó optimismo para 2023 y anunció que tratará de recuperar el 75% de la actividad del sector de antes de la pandemia.
Tras casi tres años de unas duras restricciones, confinamientos y cierre prácticamente total de fronteras que acabaron cristalizando en protestas, China comenzó a desmantelar el ‘COVID cero’ a principios de diciembre, y el pasado 8 de enero redujo de la categoría A -nivel de máximo peligro- a la B la gestión de la enfermedad, marcando así en la práctica el final de esta estrategia.
Esa misma fecha marcó el fin de las cuarentenas obligatorias para los pasajeros que llegasen a China, que llevaban vigentes desde marzo de 2020, y los límites al tráfico aéreo internacional, que se había mantenido a menos del 5 % del existente antes de la pandemia.
(Con información de EFE)
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