Irán y Rusia firmaron este domingo un acuerdo para conectar sus sistemas bancarios con un sistema similar al de pagos interbancarios SWIFT, del que están excluidas las entidades financieras iraníes y parcialmente las rusas.
Con la firma del acuerdo, 52 bancos iraníes y 106 rusos quedan conectados a través del Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros de Rusia, lo que facilitará las relaciones económicas entre ambos países, dijo el vicegobernador del Banco Central de Irán, Mohsen Karimi.
“Este sistema es inmune a las sanciones ya que está basado en las infraestructuras de ambos países”, dijo Karimi, según la agencia iraní Mehr.
El consorcio global SWIFT, líder mundial de servicios seguros de mensajería financiera, excluyó a los bancos iraníes de su sistema tras la reimposición de sanciones económicas por parte de Estados Unidos a Irán en 2018.
Como consecuencia de esa suspensión de servicios, el sistema bancario iraní está desconectado del internacional, lo que dificulta las transacciones bancarias con otros países.
Rusia fue excluida parcialmente del sistema SWIFT el año pasado por su invasión de Ucrania.
Irán y Rusia mantienen cercanos lazos políticos políticos y ambos países hacen frente a sanciones estadounidenses.
Irán vive bajo las sanciones desde que en 2018 Washington abandonase el pacto nuclear de 2015 y Rusia desde su invasión de Ucrania, lo que también llevó a la Unión Europea a imponer medidas punitivas económicas.
Tras la invasión de Ucrania, los lazos entre Teherán y Moscú se han estrechado en temas económicos, pero también militares.
Mientras que las relaciones económicas entre ambos países han aumentado hasta los 4.000 millones en los últimos años, Teherán ha vendido drones a Rusia, que ha usado en su invasión de Ucrania.
El Ejército ucraniano asegura que ha derribado cientos de esos drones “kamikaze” de fabricación iraní. Se cree que Rusia ha ordenado unos 2.400 drones de este modelo. Los Shahed iraníes, que Rusia ha rebautizado como Geran-2, tiene una carga explosiva y pueden quedarse suspendidos en el aire sobre sus objetivos antes de atacar. Pueden lanzarse en rápida sucesión desde plataformas y su característico diseño con forma de A los hace fáciles de identificar.
El aumento del flujo de armas desde Teherán podría ayudar a compensar las enormes pérdidas de equipo militar ruso desde que Moscú invadió el país hace casi un año.
En los último meses se han multiplicado además los viajes oficiales entre los dos países, con la visita en enero de 2022 a Rusia del presidente de Irán, Ebrahim Raisí, o los dos viajes del ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, a la capital rusa en menos de un año.
Una evaluación de inteligencia compartida en los últimos días con funcionarios ucranianos y estadounidenses sostiene que la industria armamentística de Irán está preparando un primer envío de misiles Fateh-110 y Zolfaghar, dos conocidos misiles balísticos iraníes de corto alcance capaces de alcanzar objetivos a distancias de 300 y 700 kilómetros, respectivamente, dijeron dos funcionarios informados sobre el asunto. De llevarse a cabo, sería la primera entrega de tales misiles a Rusia desde el inicio de la guerra.
Además, el presidente ruso, Vladimir Putin, visitó Teherán en agosto de 2022.
Con información de EFE
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