Las cifras de muertes en manos del régimen de Irán son cada vez más alarmantes. En lo que va de 2023, las autoridades del país persa ya han ejecutado a 55 personas, según denunció la ONG que aboga por los derechos humanos, Iran Human Rights.
El organismo denunció que “todas las ejecuciones (ordenadas) por la República Islámica son políticas” y, por consiguiente, tienen por objetivo principal sembrar “el terror en la sociedad”.
La ONG llamó a detener de inmediato estas acciones, algo que la comunidad internacional ya manifestó en reiteradas oportunidades en los últimos meses. “Para detener la máquina de matar del Estado, ninguna ejecución debería ser tolerada, sea por razones políticas o no”, agregó, por su parte, el director de IHR, Mahmood Amiry-Moghaddam.
En su mensaje, el organismo precisó las causas de la muerte de este más de medio centenar de personas en los primeros 26 días del año.
En ese sentido, cuatro se enmarcan en la importante ola de protestas que tienen lugar en el país desde el pasado septiembre cuando la Policía de la Moral detuvo a Mahsa Amini por infringir el código de vestimenta y, posteriormente, murió.
El caso más reciente fue el de Mohammad Mahdi Karami, campeón de karate kurdo-iraní, y Seyyed Mohammad Hosseini, activista que hacía voluntariado con niños, quienes murieron tras ser señalados como principales autores del crimen que condujo al martirio del paramilitar Ruhollah Ajamian. La mayoría de los condenados por esta causa son tildados de ‘moharebe’, es decir, “enemigos de Dios”.
De las restantes, 37 fueron ahorcadas por infracciones relacionadas a las drogas y sobre las últimas 14 aún no se han podido definir las causas exactas.
También cobró gran relevancia el caso de Alireza Akbari, el ex viceministro de Defensa quien fue ejecutado por presuntamente haber espiado para los servicios de inteligencia del Reino Unido.
De todas formas, a pesar de que la mayoría de las ejecuciones hayan estado relacionadas a delitos o causas por fuera de estas protestas, Iran Human Rights advirtió que hay por lo menos otras 107 personas que podrían ser condenadas con esta pena capital a causa de estas revueltas y unas 16 que ya han sido formalmente sentenciados a ello.
Por otro lado, un balance difundido por la ONG Agencia de Noticias de Activistas por los Derechos Humanos (HRANA) ya elevó a 522 los fallecidos en Irán desde que comenzaron las protestas, que fueron violentamente reprimidas por la Guardia Revolucionaria.
Entre ellos, la ONG indicó que hay 70 menores y 68 policías mientras que hay, también, casi 20.000 detenidos, incluidos “cientos de defensores de los derechos humanos, activistas, periodistas y abogados detenidos por su disidencia pacífica o por apoyar las protestas”.
Estos episodios de extrema violencia han mantenido en vilo por meses a la comunidad internacional que, en reiteradas oportunidades, repudió el accionar del régimen y señaló de “farsas” las sentencias emitidas por el tribunal persa.
Entre las denuncias se apunta a que los juicios están siendo celebrados a puerta cerrada y en tiempo récord, incluso, con confesiones obtenidas bajo torturas y sin abogados presentes.
(Con información de AFP)
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