Las autoridades de Moscú declararon el jueves “organización indeseable” al medio de comunicación independiente Meduza, prohibiendo así que el sitio opere en Rusia y que cualquier ruso coopere con Meduza o sus periodistas.
La designación es una nueva medida de una campaña de años del Kremlin para frenar a medios de comunicación independientes e impedir que sus informaciones lleguen a los rusos de a pie, en una ofensiva que se ha intensificado desde que Rusia invadió Ucrania el año pasado.
En un comunicado en el que anunciaba la decisión, el Fiscal General de Rusia afirmó que el medio de comunicación con sede en Letonia “supone una amenaza para los fundamentos del sistema constitucional y la seguridad de la Federación Rusa”.
La decisión de la fiscalía general se tomó el mismo día en que el editor del sitio web Mediazona, que informa sobre el sistema legal y la aplicación de la ley, dijo que fue acusado en ausencia de difundir información falsa y difamatoria sobre el ejército ruso.
También el jueves, un centro de derechos humanos nombrado en honor del premio Nobel de la Paz Andrei Sájarov dijo que las autoridades de la ciudad de Moscú le ordenaron desalojar sus instalaciones.
No hubo respuesta inmediata de Meduza, uno de los canales de noticias independientes más leídos de Rusia, aunque publicó una noticia en su sitio web, con detalles sobre lo que podría significar la designación.
“Se prohíbe a las organizaciones indeseables operar en territorio ruso bajo amenaza de enjuiciamiento por delito grave”, decía el artículo, publicado en ruso e inglés.
“Cualquiera que ‘participe o coopere’ con tales grupos puede ser procesado por delito grave, una limitación especialmente seria para los periodistas que precisan hablar con las fuentes para informar”, añadía.
Quienes sean procesados por cooperar con una organización indeseable pueden enfrentarse a fuertes multas o incluso a penas de varios años de cárcel.
Más de 50 organizaciones figuran actualmente en la lista de “indeseables”, entre ellas Medios de comunicación de investigación rusos iStories y Proekt, y la organización neerlandesa Bellingcat.
Poco después de invadir Ucrania, el Parlamento ruso aprobó una ley que establece penas de cárcel de hasta cinco años por “desacreditar” a las fuerzas armadas y de hasta 15 años por difundir “información deliberadamente falsa” sobre ellas.
Una ley que fue aprobada en 2015 permite a Rusia declarar indeseables a organizaciones extranjeras y someter a los rusos vinculados a ellas a multas y prisión. La ley acompaña a una medida según la cual las organizaciones en Rusia que reciben financiamiento extranjero deben identificarse como “agentes extranjeros”, lo que podría socavar su credibilidad.
Meduza ya había sido declarado “agente extranjero” y se vio obligado a publicar en sus artículos un mensaje en que reconoce tal designación.
Ambas leyes han sido usadas para sofocar o desacreditar la disidencia. La represión se intensificó después que Rusia envió tropas a Ucrania hace 11 meses.
Meduza tiene su sede en Letonia desde su creación en 2014. Su inclusión en la lista de “indeseables” fue condenada por figuras de la oposición en las redes sociales.
“La organización indeseable es el puñado de personas que han tomado el poder en Rusia”, tuiteó Ruslan Shaveddinov, aliado del político opositor encarcelado Alexei Navalny.
Con información de Reuters, EFE y AP
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