La fragata rusa Almirante Gorshkov efectuó un ejercicio para entrenar el lanzamiento de misiles hipersónicos en la parte occidental del océano Atlántico mediante una simulación por ordenador, informó este miércoles el Ministerio de Defensa.
Los tripulantes de la fragata simularon el lanzamiento de un Tsirkon en un objetivo marítimo que imitaba un barco de un enemigo y estaba ubicado a una distancia de más de 900 kilómetros, señaló el departamento que dirige Serguéi Shoigú.
Durante el entrenamiento, “la dotación de combate de la fragata demostró una alta coordinación de acciones”, añadió Defensa.
La fragata Almirante Gorshkov prevé además efectuar en febrero una serie de ejercicios conjuntos frente a las costas de Sudáfrica junto a la Armada de ese país y la de China, indicó el Ministerio de Defensa.
La fragata está armada con misiles Tsirkon que, según Rusia, vuelan a una velocidad nueve veces superior a la del sonido y tienen un alcance de más de 1.000 kilómetros. En los últimos años, el Tsirkon ha sido sometido a una serie de pruebas, que han incluido su lanzamiento contra varios blancos de prueba. Las fuerzas armadas declararon que las pruebas habían sido exitosas y el misil entró en servicio oficialmente a fines del año pasado.
Rusia considera que estas armas pueden perforar las defensas antimisiles cada vez más sofisticadas de Estados Unidos, a las que Putin ha advertido de que algún día podrían derribar misiles nucleares rusos.
A inicios de mes, el presidente ruso, Vladimir Putin, envió la fragata al océano Atlántico con los misiles de última generación, una señal a Occidente de que Rusia no dará marcha atrás en la guerra de Ucrania. En ese marco, el expresidente ruso Dmitri Medvédev advirtió la semana pasada a Estados Unidos que los misiles hipersónicos pronto estarían cerca de las costas de la OTAN.
El Pentágono manifestó en respuesta que vigilará el buque y que no cree que represente una amenaza que no pueda ser contrarrestada.
Puesto en operación en 2018 tras una larga serie de pruebas, el Almirante Gorshkov es el primer buque de la nueva serie de fragatas que fueron diseñadas para reemplazar a los envejecidos destructores de fabricación soviética y para que fuesen un componente crucial de ataque de la Armada rusa.
Equipado con un conjunto de misiles, el navío tiene 130 metros (427 pies) de eslora y unos 200 tripulantes.
En 2019 dio la vuelta al mundo en un recorrido de 35.000 millas náuticas.
(Con información de EFE, Reuters)
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