Los sindicatos CGT y Sud Rail de la compañía francesa de ferrocarriles SNCF anunciaron este martes su intención de organizar un paro de trenes el 7 y el 8 de febrero contra la reforma de las pensiones, que se sumaría a la jornada unitaria de huelgas y manifestaciones del 31 de enero en todos los sectores.
La Confederación General del Trabajo (CGT), primera central de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), y Sud Rail, que juntos reúnen más del 50% de la representación sindical de la empresa, proponen la convocatoria de asambleas generales al final del día 31 para plantear huelgas prorrogables en febrero si el Gobierno no retira su propuesta de reforma.
Su idea, según explicó en una entrevista al canal BFMTV el delegado de Sud Rail Fabien Villedieu, es organizar dos días de paro de trenes consecutivos el 7 y el 8 de febrero con la intención de arrastrar a otros sectores.
Esas fechas coinciden con los llamamientos a la huelga de otras secciones de la CGT en el sector de la energía y del petróleo y además encajan en las vacaciones escolares en Francia, que se van a escalonar -dependiendo de las regiones- del 4 de febrero al 5 de marzo.
Otros dos de las grandes centrales sindicales, la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT) y la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA) no han querido sumarse a estos llamamientos al paro en febrero, al menos no por el momento, porque quieren concentrarse en la jornada del 31 de enero.
El primer día de huelgas y manifestaciones unitarias el pasado día 19 consiguió una movilización masiva, ya que entre uno y dos millones de personas salieron a la calle a protestar contra el proyecto de reforma de pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron que pretende, en particular, retrasar la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años.
Los trabajadores exigen, además, que se acelere el aumento del período de cotización -de 42 a 43 años para 2027- para cobrar una pensión completa.
Antes de que se conociera la convocatoria del 7 y el 8 de diciembre, el ministro de Transportes, Clément Beaune, anticipó que la del 31 de enero “va a ser una jornada difícil” para quienes tengan que viajar y, ante la posibilidad de nuevos paros durante las vacaciones escolares hizo un llamamiento “a la responsabilidad” y “al respeto”.
En declaraciones a la emisora France Info, Beaune recordó que los usuarios de los trenes ya habían tenido que sufrir perturbaciones por huelgas durante las pasadas vacaciones de navidad.
Otro de los sectores que podrían verse afectados por paros durante las vacaciones de febrero son las estaciones de esquí, ya que los sindicatos CGT y Fuerza Obrera (FO) han lanzado una convocatoria con carácter indefinido a partir del 31 de enero.
En este caso, se trata de protestar no sólo contra la reforma de las pensiones, sino contra la reforma del seguro de paro que afecta mucho a los trabajadores de las estaciones de esquí, que tienen contratos temporales.
Todos los sindicatos franceses coinciden en su oposición a la reforma de las pensiones y sobre todo contra el retraso de la edad mínima de jubilación, una idea que tiene también en contra a cerca de dos tercios de la población francesa, según las encuestas de las últimas semanas.
A pesar de la contestación en las calles (una huelga y dos manifestaciones en el espacio de cuatro días), el Ejecutivo sigue firme en su proyecto y celebrará una rueda de prensa posterior a su reunión ministerial para aportar nuevas explicaciones sobre su reforma.
El texto pasará entonces a ser examinado el próximo 30 de enero en una comisión de la Asamblea Nacional y, a partir del 6 de febrero, se iniciará el debate en el hemiciclo, que se espera tenso por la férrea oposición a esta reforma por parte de la izquierda y la ultraderecha.
(Con información de EFE)
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