Finlandia debe considerar la opción de una adhesión a la OTAN sin Suecia, afirmó este martes por primera vez su ministro de Relaciones Exteriores después de que Turquía excluyera aprobar la candidatura sueca.
Finlandia, que comparte una frontera de 1.300 kilómetros con Rusia, y Suecia solicitaron el ingreso en la OTAN el año pasado tras la invasión de Ucrania por Moscú, poniendo fin a décadas de política de no alineamiento militar.
“Tenemos que evaluar la situación, si ha ocurrido algo que a largo plazo impida a Suecia seguir adelante”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Pekka Haavisto, a la emisora Yle.
No obstante, añadió que era “demasiado pronto para tomar una posición al respecto ahora” y que una solicitud conjunta seguía siendo la “primera opción”.
El ministro sueco de Asuntos Exteriores, Tobias Billstrom, declaró el martes a los medios de comunicación que estaba “en contacto con Finlandia para averiguar qué significa esto realmente”.
Haavisto aclaró posteriormente sus comentarios en una rueda de prensa, afirmando que no quería “especular” sobre la adhesión de Finlandia en solitario “ya que ambos países parecen estar haciendo progresos”, y subrayando su compromiso con una solicitud conjunta.
Pero “por supuesto, en algún lugar de nuestras mentes, estamos pensando en mundos diferentes en los que algunos países estarían permanentemente excluidos de la adhesión”, dijo.
El político danés-sueco de extrema derecha Rasmus Paludan prendió fuego el sábado a un ejemplar del Corán frente a la embajada de Turquía en la capital sueca, enfureciendo a Ankara y a países musulmanes de todo el mundo.
“Suecia no debería esperar nuestro apoyo a la OTAN”, declaró el lunes el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
“Está claro que quienes causaron semejante desgracia frente a la embajada de nuestro país ya no pueden esperar ninguna benevolencia de nuestra parte en relación con su solicitud de ingreso en la OTAN”, dijo Erdogan.
Los dirigentes suecos han condenado rotundamente la quema del Corán, pero han defendido la amplia definición de libertad de expresión de su país.
El incidente se produjo pocas semanas después de que un grupo de apoyo a los grupos armados kurdos en Siria, el Comité Rojava, colgara una efigie de Erdogan por los tobillos frente al Ayuntamiento de Estocolmo, desatando la indignación en Ankara.
Haavisto dijo que las protestas antiturcas habían “frenado claramente el progreso” de las solicitudes de Finlandia y Suecia para unirse a la alianza militar transatlántica.
“Mi opinión es que se producirá un retraso, que sin duda durará hasta las elecciones turcas de mediados de mayo”, declaró Haavisto.
El “Plan B”, al descubierto
Turquía ha indicado en los últimos meses que no tiene grandes objeciones a la entrada de Finlandia en la OTAN.
Helsinki se había negado hasta ahora a especular sobre la opción de ingresar sin Suecia, haciendo hincapié en las ventajas de la adhesión conjunta con su vecino cercano.
Pero “la frustración ha crecido en varios rincones de Helsinki”, y “por primera vez se ha dicho en voz alta que hay otras posibilidades”, declaró a la AFP Matti Pesu, investigador del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales.
“Ha habido un cambio” en la posición finlandesa, afirmó. “Estos planes B se están diciendo en voz alta”.
Haavisto también acusó a los manifestantes de “jugar con la seguridad de Finlandia y Suecia”, con acciones que “pretenden claramente provocar a Turquía”.
“Vamos por un camino muy peligroso, porque las protestas están retrasando claramente la voluntad y la capacidad de Turquía para que este asunto se tramite en el Parlamento”, afirmó.
Pesu señaló que, aunque Turquía no había dado hasta ahora ninguna indicación de que fuera a tratar las dos solicitudes “por separado”, será “interesante ver cómo reacciona Turquía” a los comentarios de Haavisto.
En su rueda de prensa, Haavisto negó que existiera un “Plan B”.
“Tal camino no se ha visto como posible. Es muy difícil defender el Norte. Suecia tiene un importante papel que desempeñar en ello”, señaló.
Las candidaturas para ingresar en la OTAN deben ser ratificadas por todos los miembros de la alianza, de la que Turquía forma parte.
Ankara firmó un memorando de entendimiento con los dos países nórdicos a finales de junio, allanando el camino para el inicio del proceso de adhesión.
Pero Ankara afirma que sus exigencias siguen sin cumplirse, en particular la extradición de ciudadanos kurdos a los que Turquía quiere procesar por “terrorismo”.
(Con información de AFP)
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