Ghislaine Maxwell dio su primera entrevista grabada en video para la TV británica. En un programa especial llamado Ghislaine Behind Bars (Ghislaine tras las rejas)- y emitido por Talk TV, el canal de Rupert Murdoch, la socialité condenada a 20 años por participar en un esquema de explotación sexual y abuso de menores para el difunto financiero Jeffrey Epstein a lo largo de una década habló sobre el pedófilo Epstein, a quien culpa por sus crímenes que la llevaron a la cárcel; su amigo el Príncipe Andrés y la difunta Reina Isabel.
Primero empezó hablando sobre su rutina diaria. Contó que come de desayuno cereales y una fruta y luego “tienes que hacer tu cama estilo militar. Tiene que estar de cierta manera, sino tienes problemas. A las 7.30 vas a trabajar. Yo voy a la biblioteca y ayudo a los que están tratando de apelar su caso y cosas del estilo. También ayudo a la gente a encontrar recursos administrativos”.
También se quejó del almuerzo en la cárcel: “El control de las porciones es muy extraño, y debido a que estoy en una dieta sin carne, se supone que hay hummus o requesón o tofu. Pero sobre todo, diría que el 95% es tofu o frijoles”.
“Y si tienes suerte, llaman a Recreación en algún momento durante el día. Si estás en el trabajo, lo extrañas y si no estás, sales alrededor de una hora”. También reveló que sufre depresión.
A la persona que culpa de su desgracia es al que antes era su pareja y socio: “Ojalá nunca hubiera conocido a Jeffrey Epstein. Ojalá me hubiera quedado en Inglaterra”.
Y está convencida que su muerte no es lo que parece: “Creo que fue asesinado, y me pregunto cómo ocurrió”.
Sin disculparse con las víctimas, Maxwell dijo que espera que “tengan un cierre”, pero agregó que deberían descargar cualquier enojo por su muerte con las autoridades.
“Deberían tomar su decepción y molestarse con las autoridades que permitieron que eso sucediera. Y como dije espero que tengan algún cierre por el proceso judicial que se llevó a cabo”, dijo. “Deseo que tengan tiempo para sanar y puedan seguir adelante”.
La entrevista, a cargo del presentador británico Jeremy Kyle, fue emitida lunes 23 de enero a las 19 hs (hora del Reino Unido), y en ella defiende a su amigo, el príncipe Andrew, e intenta desvincularlo de Virginia Guiffre, la mujer que lo acusó de violación cuando aún era menor de edad.
La foto de la pareja que circuló por el mundo, que al parecer fue tomada en marzo de 2001 en el apartamento de Maxwell, fue facilitada por Guiffre a The Mail on Sunday en febrero de 2011.
Según declaró Guiffre, que fue obligada a tener relaciones sexuales con el Príncipe cuando tenía 17 años, después de haber sido traficada por el pedófilo convicto Jeffrey Epstein, que en 2019 fue encontrado muerto en su celda de la prisión.
En la reveladora entrevista, que se emitirá en el programa de Jeremy Kyle, Maxwell niega todo: “No tengo ningún recuerdo de que se conocieran. Y no creo que esa foto sea real. Es falsa. No creo que sea real ni por un segundo, de hecho estoy seguro de que no lo es”.
Y agrega que nunca ha habido un original, “no hay ninguna fotografía”. “No creo que haya pasado”, remarcó.
Luego, atacó directamente a Giuffre y dijo que “hay cuestionar todo lo que dijo”.
La entrevista se produce en un momento en que el príncipe Andrew va a lanzar un dramático intento de anular el acuerdo multimillonario que alcanzó con Guiffre en un intento de conseguir que se retractara de sus acusaciones de agresión sexual y, posiblemente, obtener una disculpa. El Duque de York ha tomado medidas después de que Guiffre retirara el año pasado su demanda contra el antiguo abogado de Epstein, Alan Dershowitz, a quien también acusó de agresión sexual, admitiendo que “puede haber cometido un error” al identificarle.
El pasado fin de semana, The Daily Mail reveló que Maxwell, que era amiga del Príncipe Andrew, había conocido a la difunta Reina Isabel II.
Desde la prisión de Florida, Maxwell declaró: “Creo que la Reina es una de las mujeres más excepcionales que he tenido el honor y el privilegio de conocer”.
Y afirmó que pasar tiempo con la monarca británica y hablar sobre su amor compartido por los caballos fue uno de los mayores honores de su vida.
“Pensé que la Reina era una de las mujeres más excepcionales que he tenido el honor y el privilegio de conocer”, aseguró.
Afirmó que la difunta monarca tenía un “brillo”, y aseguró estar “profundamente triste” cuando se enteró de la noticia de su muerte.
Se sabe que Maxwell fue invitada por Andrew al Palacio de Buckingham en varias ocasiones, y también participó de una reunión más íntima en Balmoral en el verano de 1999, época en la que se cree que la reina se encontraba en la residencia. En esa visita, Maxwell y Jeffrey Epstein fueron fotografiados relajándose en la cabaña de la Reina.
Al año siguiente, en junio de 2000, se divirtieron en la fiesta de cumpleaños número 40 de Andrés en el Castillo de Windsor, organizada por Isabel II. Además, en diciembre del mismo año, el prínicpe los invitó a Sandringham, donde los monarcas pasan sus vacaciones de Navidad.
“Bill Clinton es una de las personas más interesantes que conocí en mi vida”, contó sobre su relación con el ex presidente de EEUU.
Para finalizar la entrevista, su hermano, Kevin Maxwell, le preguntó “quién era la verdadera Ghislaine. “Me siento completamente separada de la persona de la que hablan la gente y los medios”.
El camino de Maxwell a la cárcel
La socialité amiga de la realiza británica y de muchos poderosos de la política y las finanzas fue condenada en junio de 2022 a 20 años de cárcel por participar en un esquema de explotación sexual y abuso de menores para el difunto financiero Jeffrey Epstein a lo largo de una década.
La socialité era amiga de los políticos y las figuras más influyentes
La hija del magnate de la prensa británico Robert Maxwell, que también tiene nacionalidad estadounidense y francesa, no reaccionó cuando la jueza Alison Nathan anunció la sentencia en el tribunal del distrito sur de Manhattan, que había generado una enorme expectación.
La jueza calificó los delitos de Maxwell de “abominables y depredadores” y dejó claro que aunque “Epstein fue central en este esquema criminal, Maxwell no está siendo castigada en su lugar ni en su representación, sino que lo está siendo por su conducta”.
El multimillonario financiero se suicidó en la cárcel en agosto de 2019 cuando esperaba a ser juzgado por estos delitos. Según la fiscalía, durante una década, Maxwell ayudó, facilitó y participó en el abuso de menores por Jeffrey Epstein, ayudándole a reclutar, atraer y abusar de jóvenes que sabían que tenían menos de 18 años.
La condena fue más clemente de los 30 a 55 años de cárcel que pidió la fiscalía neoyorquina, pero un poco más de lo que establece el baremo por cada uno de los cinco delitos de los que fue declarada culpable por un jurado el pasado 29 de diciembre, que sumarían entre 15,6 y 19,5 años.
Nathan justificó la sentencia en “la gravedad de los hechos” pese a reconocer los atenuantes como las disculpas de la acusada a las víctimas, que los hechos ocurrieron entre 1994 y 2004, que no ha tenido problemas con la justicia ni antes ni en los últimos casi 20 años además de su buen comportamiento en la cárcel, donde está retenida desde su detención en el verano de 2020.
Para el fiscal Damian Williams, la sentencia “envía un fuerte mensaje de que nadie está por encima de la ley y que nunca es tarde para hacer justicia”.
Después de que la fiscalía había criticado su “falta total de remordimientos” y de los testimonios de varias víctimas que con la voz entrecortada contaron el calvario que les hicieron vivir la pareja Epstein-Maxwell y con el que siguen lidiando casi tres décadas después, la socialité reconoció “el daño terrible que le hizo a demasiadas mujeres”.
“Es difícil de oír y más difícil aún de asumir”, dijo antes de agregar: “Simpatizo profundamente con todas las víctimas de este caso” y “siento el dolor que están viviendo”.
Dos de las víctimas de Epstein, identificadas como “Jane” y “Carolyn” declararon en el juicio que tenían 14 años cuando Maxwell empezó a atraerlas para solaz del financiero.
“Creo que Jeffrey Epstein fue un hombre manipulador, astuto y controlador que tuvo una vida profundamente compartimentalizada y engañó a todos los que estaban en su órbita”, dijo Maxwell.
Maxwell y Epstein fueron pareja a principios de los años 1990 antes de convertirse en colaboradores profesionales y cómplices durante cerca de 30 años.
En el reciente juicio una testigo declaró que ella era “la señora de la casa”.
La relación que persistió era difícil de definir pero tenía sus consecuencias evidentes: “Era mitad novia, mitad empleada, una especie de gerente general y mejor amiga. Era la que arreglaba los problemas y facilitaba las cosas” dijo la testigo ante el tribunal.
Ella organizaba la casa y al personal. A cada nuevo empleado le entregaba un manual de 58 páginas con las indicaciones sobre cómo debían comportarse (no se podían dirigir a Epstein, ni mirarlo a los ojos) y los hacía firmar un convenio de confidencialidad. Ella era la que daba las órdenes y manejaba las finanzas cotidianas.
Pasó de ser la novia de Epstein a su madama.
Ella le conseguía a Epstein las adolescentes para que le dieran sus tres masajes sexuales diarios, las disuadía, las amenazaba, las convencía de que se fueran de viaje con el financista y sus amigos poderosos, hacía lo necesario para reclutar a las reemplazantes y hasta participaba en varias de las sesiones.
“Para mí y para muchas otras, nos abriste la puerta al infierno”, le dijo a Maxwell Virginia Giuffre, una de las víctimas de la pareja -aunque no se presentó en la causa-, en un comunicado leído por su abogada en la audiencia.
En una de las muchas ramificaciones de este caso, Giuffre denunció al príncipe Andrew de Inglaterra por abuso sexual cuando era menor. El pasado febrero llegaron a un acuerdo económico extrajudicial por el que hijo de la reina de Inglaterra habría pagado, según la prensa, 13 millones de dólares, evitando así un embarazoso proceso para la familia real británica.
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