Un millar de personas se concentraron este domingo en Bruselas para exigir la liberación de Olivier Vandecasteele, un trabajador humanitario belga arrestado en febrero del año pasado por el régimen de Irán y condenado recientemente a 40 años de prisión y 74 latigazos, según recogen los medios locales.
La protesta fue convocada por la ONG Amnistía Internacional y el Comité de Apoyo a Olivier Vandecasteele en una plaza cerca del centro de la capital belga a partir de las 14.00 (hora local)con el objetivo de “hacerse oír y hacer toda la presión posible sobre las autoridades belgas para usen todos los medios a su disposición para conseguir la liberación de Olivier”.
Así lo explicó el portavoz de Amnistía Internacional Ludovic Laus a los micrófonos de la cadena de televisión RTL, en la que también exigió una mejorar de las condiciones de detención del trabajador humanitario hasta que sea liberado porque las actuales “equivalen a la tortura y a malos tratos”.
Durante el acto tomaron la palabra tanto familiares de amigos de Vandecasteele como distintos trabajadores humanitarios y representantes de Amnistía Internacional, según explica el periódico ‘Le Soir’, que cifra en 1.200 los participantes en la protesta.
La movilización de este domingo se suma a la organizada hace apenas diez días en Tournai, la ciudad natal del ciudadano belga condenado por Irán situada al sur de Bélgica, en la que se reunieron también varios centenares de personas.
Vandecasteele fue arrestado en febrero pasado y permanece detenido desde entonces acusado, entre otros cargos, de espiar para un servicio de información extranjero y cooperar con Estados Unidos tras haber trabajado durante seis años en Irán para ONG internacionales.
Su familia indicó en diciembre que había sido condenado a 28 años de prisión, pero la condena no se había hecho pública oficialmente hasta el 10 de enero, cuando la agencia del poder judicial iraní, Mizan, informó de que ascendía a 40 años de prisión y 74 latigazos.
La ministra de Exteriores belga, Hadja Lahbib, que calificó la detención de “arbitraria”, llamó a consultas al embajador iraní en Bélgica tras conocer la noticia y aseguró que la República Islámica no ha dado información oficial sobre los cargos que se le imputan a Vandecasteele ni la sentencia en su contra.
El futuro del trabajador belga parece estar ligado al del diplomático iraní Assadollah Assadi, que cumple en Bélgica una condena de 21 años de prisión por terrorismo por participar en el intento de atentado contra una reunión de opositores al régimen iraní en 2018 en París.
Bélgica e Irán habían concluido un tratado para permitir el intercambio de personas condenadas, pero en diciembre el Tribunal Constitucional belga dejó su aplicación en suspenso hasta pronunciarse sobre el recurso que organizaciones de opositores iraníes han presentado contra el acuerdo.
(Con información de EFE)
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