El presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokáyev, disolvió el jueves la Cámara Baja del Parlamento y anunció elecciones legislativas anticipadas para el 19 de marzo.
“Decidí disolver la séptima legislatura” de la Cámara Baja del Parlamento de la República de Kazajistán y “fijar elecciones anticipadas (...) el 19 de marzo de 2023″, reza un decreto presidencial.
Tokáyev también disolvió los parlamentos locales, cuyos diputados son elegidos por sufragio universal.
El anuncio se produce cuatro meses después de su reelección a la cabeza del mayor país de Asia Central, en comicios presidenciales anticipados.
Está en línea con la reforma constitucional de junio de 2022, que busca pasar página a las tres décadas de gobierno de su predecesor, el omnipotente Nursultán Nazarbáyev, que dimitió en 2019.
En un mensaje publicado en el sitio web de la presidencia, Tokáyev dijo que esperaba que las elecciones anticipadas “dieran un nuevo impulso a la modernización” iniciada el año pasado en el país.
Rica en recursos naturales y situada en medio de importantes ejes comerciales, esta antigua república soviética vivió en enero de 2022 unas fuertes protestas contra el elevado coste de vida.
Las manifestaciones degeneraron en disturbios y su represión por parte de las autoridades dejó al menos 238 muertos.
Tokáyev fue reelegido sin sorpresas en unas elecciones presidenciales anticipadas a finales de noviembre, en las que obtuvo más del 80% de los votos.
Los comicios fueron criticados por la falta de rivales.
Tras su reelección, Tokáyev prometió una “nueva era” en la que “se reformarán todas las principales instituciones de poder”.
Kazajistán había endurecido la legislación migratoria del país que regula las normas de ingreso y estancia de extranjeros, así como su salida, varios meses después de que la nación centroasiática enfrentase el éxodo masivo de rusos que huyeron de la movilización parcial decretada en Rusia.
El decreto gubernamental fue publicado este miércoles en el portal de actas legales de Kazajistán y entrará en vigor a partir del próximo 27 de enero.
Las principales modificaciones de la legislación migratoria se refieren a los plazos de estancia permitidos para los extranjeros que llegan al país.
En particular, los extranjeros sin visado podrán permanecer en territorio kazajo hasta 30 días desde su llegada, para un total de 90 días cada 180, lo cual significa que los migrantes no podrán permanecer en Kazajistán por un plazo mayor de tres meses en medio año.
Los ciudadanos extranjeros miembros de la Unión Económica Euroasiática (Armenia, Bielorrusia, Kirguistán y Rusia) podrán permanecer en Kazajistán durante 90 días en un período de 180 días.
Esta norma deroga la anterior, que permitía a los extranjeros permanecer en el país durante 90 días, cruzar la frontera y reingresar ilimitadamente.
Estas limitaciones no se extienden a los extranjeros que tengan visado o hayan recibido la residencia temporal.
Según informó en diciembre pasado el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social kazajo, tras el anuncio de la movilización parcial decretada por el presidente ruso, Vladímir Putin, en septiembre pasado, Kazajistán experimentó el mayor éxodo masivo de rusos de su historia.
Alrededor de 900.000 rusos que escaparon para evitar ser llamados a las armas para combatir en Ucrania arribaron al país.
De ellos, cerca del tercio todavía permanecen en la nación centroasiática.
Se trata de una cifra considerable, tomando en consideración que la población total de Kazajistán asciende a 20 millones de personas.
(Con información de AFP y EFE)
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