Ucrania dio el martes un paso más hacia la obtención de una flota de modernos tanques de combate que espera pueda cambiar el curso de la guerra contra Rusia, después de que Alemania, la mayor potencia occidental que se ha mostrado reticente, dijo que éste sería el primer punto en la agenda de su nuevo ministro de Defensa.
Casi 11 meses después de la invasión rusa, Kiev afirma que una flota de tanques de combate occidentales daría a sus fuerzas la potencia de fuego móvil que necesitan para expulsar a las tropas rusas en batallas decisivas en 2023.
Los tanques de combate Leopard de fabricación alemana -el caballo de batalla de los ejércitos de toda Europa- se consideran la única opción plausible para entregar a Ucrania la fuerza de tanques a gran escala que necesita. Pero no pueden enviarse sin la autorización de Berlín, que hasta ahora no ha tomado una decisión.
Los aliados occidentales se reunirán el viernes en una base aérea estadounidense en Alemania para prometer apoyo militar a Ucrania, lo que ha puesto una intensa presión sobre Berlín para que levante sus objeciones esta semana, en lo que supondría uno de los cambios más importantes en la ayuda occidental hasta la fecha.
La decisión será el primer punto de la agenda de Boris Pistorius, quien fue anunciado el martes como sustituto de la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, que dimitió el lunes.
“Cuando se declare a la persona, al ministro de Defensa, ésta será la primera cuestión que se decida concretamente”, declaró el martes el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, a la emisora de radio Deutschlandfunk, antes de que se anunciara el nombramiento.
Mientras en Alemania siguen dudando, Países Bajos enviará un sistema de defensa antimisiles Patriot a Ucrania, informó el martes la agencia de noticias neerlandesa ANP, citando al primer ministro Mark Rutte.
ANP, que basó su información en una charla entre los dos líderes, citó a Rutte diciendo que participarían en una iniciativa estadounidense-alemana para enviar los sistemas de defensa a Ucrania. Rutte declaró que había hablado antes por teléfono con el canciller alemán, Olaf Scholz, y con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, para discutir la decisión.
Alemania se ha mostrado cautelosa a la hora de aprobar envíos de armas que pudieran considerarse una escalada. Muchos aliados afirman que esa preocupación está fuera de lugar, ya que Rusia no muestra signos de dar marcha atrás en su asalto contra su vecino.
Reino Unido prometió el fin de semana el envío de un escuadrón de sus tanques pesados Challenger, pero dispone de muy pocos para formar la base de una fuerza ucraniana. Los tanques Abrams de Washington también se consideran inadecuados, porque funcionan con motores de turbina que queman demasiado combustible para ser prácticos en Ucrania.
Quedan los Leopard, que Alemania fabricó por millares durante la Guerra Fría y que ahora utilizan ejércitos de toda Europa. Polonia y Finlandia ya han dicho que enviarían Leopard si Berlín aprueba su reexportación.
“Esperamos e intentamos organizar un mayor apoyo a Ucrania. Esperamos que algunos socios, aliados, proporcionen tanques a Ucrania”, declaró el Presidente polaco Andrzej Duda el martes en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza.
Se espera que el nuevo ministro de Defensa alemán reciba el jueves al secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, antes de la gran reunión de aliados del viernes en la base aérea de Ramstein, donde se esperan grandes promesas de nuevo apoyo militar a Ucrania.
(Con información de Reuters)
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